Tras siete años de ausencia en los escenarios nacionales, la cantante portuguesa regresó a Chile para presentar su disco Delikatessen Café Concerto en un concierto -a ratos divertido y a ratos desgarrador- que se paseó por distintos géneros musicales sin alejarse nunca del fado.
La fuerza de la voz de Mísia se tiñó de melancolía y nostalgia para interpretar -junto al pianista italiano Fabrizio Romano- las piezas de su trabajo más reciente, concebido como una cena en tiempos de crisis en la que ella se ve en la necesidad de comerse sus canciones favoritas de distintas culturas, mezclando sonidos como podrían mezclarse los sabores.
La artista de Porto cautivó al público con sus impecables interpretaciones y con el toque de humor que dio a este memorable encuentro, celebrado la noche del 15 de mayo.
Fotógrafo: Javier Valenzuela