La directora del BALLET TEATRO NESCAFÉ DE LAS ARTES, Sara Nieto, nuevamente fue invitada por el Ballet Nacional del Sodre, Uruguay, para encargarse de la dirección coreográfica de “Giselle”, ovacionado montaje estrenado anoche en la sede de esta compañía, en Montevideo, para iniciar su temporada 2022.

“‘Giselle’ ha sido significativo toda mi vida. Lo bailé desde joven, desde antes de irme de Uruguay”, comenta la además exprimera bailarina estrella del Ballet de Santiago, y añade: “Julio Bocca, como director, también me invitó a coreografiarlo para la reapertura del Teatro del Sodre en 2010 (…) e hizo lo mismo en 2015, cuando, de paso, actué como la mamá de Giselle. Y ahora, después de la pandemia, se reabrió con el mismo título. Entonces ha sido un honor participar en los momentos importantes”.

“Giselle” (París, 1841) presenta para esta versión a 65 bailarines, 60 músicos de la filarmónica del Sodre y ya no la dirección de Julio Bocca, sino de María Riccetto. ¿Cómo ha sido la experiencia?

María, quien fuera una excelente bailarina del American Ballet e incluso mi alumna en la escuela de danza, tomó la dirección hace poquito. Es una persona que sabe lo que quiere, muy exigente, pero humana al mismo tiempo (…). La conozco bastante. Llevo dos semanas en Uruguay trabajando a full y aunque hay gente nueva, por supuesto me encontré con la misma compañía, por lo que los ensayos han resultado bastante bien.

Aparte de coreografiar este clásico ballet del canon romántico, ha sido directora, bailarina e intérprete de todos los personajes femeninos del mismo. ¿Qué reflexiona al conocerlo tan a fondo?

Bailar es el papel que más permite jugar con los sentimientos y la técnica. Pero trabajar con esta compañía luego de haber pasado por todos los roles, ya sea arriba o abajo del escenario, es un plus para enseñar, enseñas mejor, porque recuerdas qué sentías haciendo cada labor.

¿Por qué “Giselle” es clave en el repertorio de la danza clásica?

Es prueba de fuego respecto a que si lo bailas bien, si emocionas a la gente, te podés convertir en primera bailarina clásica. Pero debes transmitir varios sentimientos: desengaño, desilusión y muerte con una técnica solvente mientras bailas de forma etérea, como si no tocaras el piso. La chica –una campesina- se enamora locamente de un príncipe disfrazado de aldeano, a quien encuentra con su prometida de la realeza, provocando la llamada “escena de la locura”. Es difícil.

Como directora de nuestro ballet, ha modificado partes de la coreografía y/o trama de varios montajes para optimizarlos. ¿Cuál es su sello coreográfico para esta versión del Sodre sobre “Giselle”?

Con “Giselle” no me gusta romper las tradiciones. Mantengo toda su cronología y la música –de Adolphe Adam-, porque está perfecto (…). No se da el caso como sí lo fue por ejemplo con “La cenicienta” –del BALLET TEATRO NESCAFÉ DE LAS ARTES-, cuando puse a hombres bailando en puntas como las hermanastras para hacerlo más divertido.

Finalmente, ¿cuál es la importancia del Ballet Nacional del Sodre en el ambiente dancístico mundial?

Julio Bocca consolidó al Sodre. Si no hubiera sido por él, no tendríamos la infraestructura ideal para los bailarines. Formó un gran compañía nueva, con gente nueva. Creo que el éxito de la compañía, con giras por todo el mundo, se debe a que son sudamericanos. Los latinos tienen mucho éxito, porque transmiten con facilidad la parte humana. Somos más sueltos, expresivos, cálidos, y eso se nota en el escenario. Otras compañías tal vez bailan más perfecto, pero son más fríos. Es diferente la entrega de los latinos, más natural.

Fotografías: Gentileza de Sara Nieto.