Pascuala Ilabaca y su incansable búsqueda sonora

“Mis expectativas son poder mostrar un espectáculo que esté pensado de punta a cabo como a mí me gusta”, dice Pascuala Ilabaca con respecto al lanzamiento de ‘Rey Loj’, su nuevo disco. La cantautora se presentará junto al grupo Fauna el miércoles 25 de noviembre.

Acerca del concierto del próximo 25 de noviembre, Pascuala dice: “el público se va encontrar con música que tiene que ser bailada, sentir cada segundo. Invito a toda la gente que quiera conectarse con su propia musicalidad a vivir este disco”.

‘Rey Loj’, al igual que los demás trabajos musicales de Pascuala Ilabaca, destaca por poseer una atractiva variedad de melodías. Distintas sonoridades que se convirtieron en el sello de esta artista de Valparaíso, quien reconoce que su creación es absoluto reflejo de la música que le gusta.

“Partí con una imagen con el acordeón, desde algo más folclórico, podría ser. Siempre mi música ha sido muy transparente a mis gustos musicales y mis gustos musicales eran Violeta Parra, pero también Janis Joplin y también el drum & bass, entonces desde que partí fui proponiendo estas fusiones que se han ido haciendo cada vez más intensas en la medida que nosotros como banda nos hemos ido poniendo más nómades”, menciona Pascuala, quien admite que los viajes que ha realizado junto a Fauna les han permitido crear en base a otras temáticas y melodías.

– Tu relación con la música se inició siendo tú muy pequeña. ¿Cómo se ha ido transformando esa relación con el paso del tiempo?

Mi relación con la música ha cambiado. Me da un poco de pena decirlo, pero la forma en que uno se relaciona con la música cuando es niño es tan bonita. Me acuerdo de esa imagen de estar con los ojos cerrados bailando. Esos momentos en los de no pensar y dejarte fluir, cerrar los ojos, cuesta vivirlos ahora porque en el fondo es distinto estar haciendo eso en un espectáculo porque ya sabes el efecto que tú generas en las otras personas y lo trabajas y tomas la responsabilidad de eso y le asignas muchos otros valores, entonces no es como cuando eres niño y me da un poco de pena eso.

– Pero la pasión se mantiene…

¡La pasión sigue! Además soy una persona a la cual critican por ser muy optimista, entonces imagínate cuando tenga, no sé, 70 años ¡qué iré a estar cantando y cuántos discos habré hecho y qué investigación estaré haciendo! Eso a mí me emociona y no me da miedo envejecer.

– La banda que te acompaña, Fauna, está compuesta por tus amigos y tu pareja. ¿Cómo ha sido transitar por este camino musical junto a ellos?

En el primer disco que saqué (‘Pascuala canta a Violeta’) ya estaba el baterista (Jaime Frez) y guitarrista (Juan Núñez) de Fauna y partimos como trío. Luego fuimos sumando integrantes. Cuando iba en cuarto medio empecé a cantar en una banda donde ellos tocaban y ahí nos conocimos. En la época de universidad vivimos juntos, me casé con Jaime… ellos son mis hermanos de toda la vida y hemos ido recorriendo este camino juntos y siempre agradezco mucho el aporte y apoyo que ellos me dan. Cuando empecé a hacer mi música, que siempre ha sido innovadora dentro de los formatos, ellos me han ido conociendo y siento que me he ido ganando el respeto de la misma banda, como de seguirte a ojos cerrados.

– Una de las cosas que te caracteriza es la dulzura que imprimes en tus proyectos. ¿Se trata de algo que tú buscas como sello o simplemente es parte de tu esencia?

He tratado por muchos lados de no ser dulce (ríe). Siempre me ha pasado. Desde que empecé con la música fui alabada por esa dulzura, pero también criticada por otras personas. En el disco ‘Pascuala canta Violeta’ lo que más escuchaba de parte de otros músicos era ‘cómo una niña de 21 años puede grabar “El Gavilán” de Violeta Parra. Me parece pésimo’. Siento que la gente enjuicia de que cuando uno es niño no conoce el sufrimiento y esa es una idea chilena muy llena de tabúes, entonces yo siempre por mi “cáscara” fui vista como ‘ay tú te ves tan inocente’ y eso a mí siempre me ha dado rabia porque en el fondo, como viajé desde niña, me ha tocado vivir siempre situaciones fuertes: viví en la India, me tocó ver nacer y morir personas, he padecido de muertes de parientes cercanos y situaciones que me hacen ver el mundo como lo veo y por eso mismo querer entregar alegría y cariño.

– ¿Cuáles son tus expectativas de tu concierto en el Teatro NESCAFÉ de las Artes el 25 de noviembre?

Mis expectativas son poder mostrar un espectáculo que esté pensado de punta a cabo como a mí me gusta, tanto en lo visual como en la ilusión del lugar, en los invitados, porque en el fondo nos pasa mucho a los músicos chilenos que estamos en lo cotidiano en una esquizofrenia con respecto a los lugares donde nos presentamos porque por una parte nos presentamos en conciertos auto gestionados, pero que no tienen las condiciones técnicas, o en lugares donde sí están esas condiciones, pero no tenemos el espacio para montar este espectáculo como debe ser. Entonces, ¿cuándo uno como artista tiene la oportunidad de mostrar su trabajo completo en un espacio? Esos momentos se dan en los lanzamientos de discos y yo creo que en ningún otro momento.

– ¿Por qué escogiste esta sala para presentar tu disco?

Me gusta el Teatro NESCAFÉ de las Artes, en cuanto a técnica y también en cuanto a concepto porque a mí siempre me ha gustado la música del mundo, música que no tengo la posibilidad de escuchar ni en las radios ni de ver en vivo y en el fondo el Teatro ha sido ese lugar que me ha dado la posibilidad de encontrarme con los artistas que a mí me gustan. Si no existiera este Teatro, ¿a dónde vendrían? Me gusta tocar aquí porque me hermana con estas bandas que me han gustado toda la vida.