Nueva temporada del Met: «Hay que mostrar la ópera como un arte vivo»

En septiembre de 2006, la soprano chilena Cristina Gallardo-Domâs inauguraba la era de Peter Gelb al frente del Metropolitan Opera House de Nueva York con la puesta de Anthony Mingella para «Madama Butterfly» (Puccini). La apertura fue realmente de gala, con alfombra roja incluida y con artistas invitados de la talla de Jude Law y Sean Connery. Toda una parafernalia que ya presagiaba los nuevos rumbos que emprendería este coliseo: dejar atrás el olor a naftalina, modernizarse y, sobre todo, capturar un segmento más joven. El mismo director del Met ha enfatizado en varias entrevistas el que ha sido su objetivo primordial al mando de uno de los teatros líricos más prestigiosos del mundo: «La ópera debe renovarse para no morir». Y en ese empeño por lograr una mayor masificación del género ha conseguido varios logros, entre otros, la transmisión en pantalla grande y en vivo y en directo -en high definition- de parte importante de su temporada lírica. Las cifras son impresionantes: para el ciclo 2012-2013 serán 1.900 teatros de 60 ciudades de todo el mundo quienes tendrán acceso a la experiencia del Met en vivo.

Peter Gelb también se ha preocupado de que las aperturas de temporada (opening night) tengan un brillo diferente, con la presencia de cantantes realmente estelares. Pero su apuesta también ha corrido riesgos para nada menores, con un fuerte impulso a la ópera contemporánea: entre otros montajes -y bajo su gestión- ya se han estrenado «Satyagraha», de Philip Glass; y «Nixon in China», de John Adams. Y si de riesgos se trata, ahí está «El Anillo del Nibelungo» que su coliseo acaba de montar con una polémica y ultratecnologizada puesta en escena de Robert Lepage.

Salir a la calle

«Mi foco es el público. Hay que recuperarlo y por eso abrí las puertas del Met, las abrí a los ensayos, salimos a la calle para retransmitir nuestros montajes en Times Square. Ocupo los medios que me entrega la cultura popular para cautivar a más público sin que la calidad de nuestros montajes se vea afectada. Hay que mostrar a la ópera como un arte vivo. Hay que lograr hacerla comprensible y accesible en diferentes niveles», señala Gelb a El Mercurio, en un contacto telefónico. Mañana, con una nueva producción de «Elixir de amor», de Donizetti, el coliseo neoyorquino abrirá oficialmente su temporada 2012-2013. En el elenco sobresale una de las sopranos más cotizadas de la actualidad, Anna Netrebko (Adina), y varios artistas que ya han actuado en nuestro país, como el director musical Maurizio Benini y el tenor Matthew Polenzani (Nemorino) quien, en 2005, cantó en el Teatro Municipal de Santiago en «Così fan tutte», de Mozart.

«La régie de Bartlett Sher es sumamente interesante: es una ‘vuelta de tuerca’ a la tradicional concepción que tenemos de este título. Logró darle mayor profundidad a una galería de personajes que generalmente se suelen presentar muy estereotipados, inocentes, naïfs, con un dejo de estupidez», dice el director del Met y agrega que cuando Donizetti escribió esta ópera estaba en pleno el llamado Risorgimento Italiano, con la amenaza de la dominación austríaca. «Es un momento de gran efervescencia nacionalista. Por eso la versión del régisseur considera a los campesinos no como personas tontamente pasivas. Son seres más bien decididos que se oponen a la ocupación», precisa.

-¿Por qué decidió abrir con un título de Donizetti, sobre todo pensando que en 2013 se celebrarán los bicentenarios del nacimiento de Verdi y Wagner; y el centenario de Britten?

«Con orgullo puedo afirmar que en el Met tenemos a los mejores cantantes del mundo -eso no quita que algunos de ellos se puedan enfermar o cancelar a último minuto-, así que debemos buscar los títulos más óptimos que se acomoden a sus registros. Tener a Anna Netrebko es un lujo, y qué mejor que partir nuestra temporada con un título tan atrayente y que le queda como ‘anillo al dedo’ como el ‘El Elixir de amor’. Tampoco obviamos dos fechas importantísimas ligadas a Verdi y a Wagner; y de hecho del compositor italiano estrenaremos dos nuevas producciones: ‘Un baile de máscaras’ y ‘Rigoletto’; y del músico alemán una nueva producción de ‘Parsifal’, además de repetir el ciclo de ‘El Anillo del Nibelungo’. En total, entre estrenos y reposiciones, en 2012-2013 habrá siete títulos de Verdi, lo que nos parece muy significativo y un importante reconocimiento a su creación. Por otro lado, asumo que en esta temporada no incluimos a Britten (en 2011-2012 sí montamos su ópera ‘Billy Budd’), pero a cambio tendremos a ‘La tempestad’ de Thomas Adès, a quien se lo considera el más brillante compositor británico vivo y generalmente se lo asocia con Britten. De hecho algunos críticos hablan de él como el ‘joven Britten’. Si uno mira los comentarios que este título -basado en el clásico de William Shakespeare- recibió cuando se estrenó, en 2004 en la Royal Opera House, compruebas que el éxito fue sin precedentes. No es fácil que una ópera moderna tenga una recepción tan cálida y en tan poco tiempo».

Puras acrobacias

-El personaje de Ariel en «La tempestad» es muy desafiante con un aria que incluye un contra fa…

«Es un papel realmente espectacular. Necesitas a una cantante muy virtuosa y afortunadamente contamos con una soprano como Audrey Luna que resulta perfecta para ese papel. Esta producción de Robert Lepage es sumamente demandante, no sólo por sus acrobacias vocales, sino también por sus exigencias físicas. Luna, por ejemplo, canta su aria en el interior de una lámpara colgante. Hay muchas acrobacias. Es realmente un tour de force, tanto en lo vocal como en lo físico».

-¿Qué enfatizaría de la música?

«Es un poco complicada, sobre todo al inicio, pero cuando uno se introduce en la historia, no se da cuenta de cómo comienza a disfrutar la partitura. Más que difícil, lo correcto sería decir que ‘La tempestad’ es estimulante para la imaginación».

-También estrenarán «Maria Stuarda». ¿El Met está saldando una deuda pendiente con la creación donizettiana?

«Sí. Resulta increíble que, en toda la historia del coliseo neoyorquino, no se hubiera montado la famosa trilogía de las reinas Tudor. En la temporada pasada fue el turno de ‘Anna Bolena’ con el elogiado protagónico de Anna Netrebko y ahora nuestra apuesta será ‘Maria Stuarda’ con la gran mezzosoprano Joyce DiDonato y Elza van den Heever, una soprano estupenda que realizará su debut en el Met, encarnará a Isabel I».

-La temporada también incluirá un «Rigoletto» ambientado en las Vegas, en 1960. ¿Es partidario de las régies modernas?

«Es alucinante, porque la escenografía rescatará una luminosidad muy propia de Las Vegas en esos años. No soy partidario de cambiar o actualizar las óperas. Tiene que haber una muy buena razón para hacerlo y en este caso el director de escena Michael Mayer -y yo comparto su visión- considera que la ópera de Verdi presenta un nudo dramático que resulta muy concordante con el cambio espacio-temporal que decidió proponer. Los excesos de Las Vegas en el siglo XX no son muy distintos a los excesos del Duque de Mantua».

– Otro de los imperdibles será «Parsifal», con el tenor del momento Jonas Kaufmann…

«Yo conversé hace un par de años atrás con él sobre este título y quedamos de acuerdo en que lo abordaría sólo cuando estuviera plenamente seguro de poder encararlo. Ya lo interpretó en un teatro pequeño en Zúrich, así que estas presentaciones en el Met serán una suerte de estreno para su carrera. Para mí Kaufmann tiene una voz muy única: es el único capaz de abordar con propiedad a Wagner y prácticamente todo el repertorio italiano. Plácido Domingo se le puede acercar, pero ningún cantante como Jonas Kaufmann puede abarcar desde ‘Tosca’ hasta un ‘Parsifal’. ¡Es increíble! ¡Lo hace todo!».

-¿Cómo logra compatibilizar nuevas voces con otras ya consagradas?

«Eso es fascinante, poder descubrir a nuevos talentos. El futuro de la ópera depende de estas promesas. Este año, entre otros, tendremos los debuts del tenor Alek Shrader en ‘El Barbero de Sevilla’, de Rossini, y a la soprano ucraniana Liudmyla Monastyrska, quien esperamos será una gran voz para ‘Aida'».

Lo que transmitirá el Teatro NESCAFÉ de las Artes

Por cuarto año consecutivo, el Teatro NESCAFÉ de las Artes transmitirá, en directo vía satélite desde el Metropolitan Opera House de Nueva York, 12 títulos de la temporada 2012-13 del coliseo neoyorquino.

El ciclo parte el sábado 13 de octubre (14:00 horas) con «Elixir de amor», de Donizetti. Consulte el calendario completo de transmisiones aquí.

Los precios oscilan entre los 25.000 y 30.000 pesos y hay un 20% de descuento presentando la tarjeta American Express Club de Lectores de «El Mercurio» y un 30% pagando con ella.

ENTREVISTA PUBLICADA POR MAUREEN LENNON ZANINOVIC EN EL DIARIO EL MERCURIO, EL DOMINGO 23 DE SEPTIEMBRE DE 2012.

PROGRAMACIÓN TEMPORADA 2012/2013 EN IMÁGENES

Deja tus comentarios

Deja una respuesta