El pasado viernes 17 de julio, el Ballet Teatro NESCAFÉ de las Artes realizó dos funciones especiales de «La Cenicienta». Un preestreno al que asistieron niños y niñas de todas las edades, que viven en situaciones de vulnerabilidad social.
El Centro Cultural Quilicura, Departamento de Infancia Ñuñoa, Hogar Las Creches, Hogar de Cristo, fundaciones Regazo, Mi Casa, Santa Catalina, Mano Amiga, Niño y Patria, Trabajo en la calle y Servicio Nacional de Menores (Sename) fueron invitados a estas funciones.
Irene González Peña, directora ejecutiva de nuestra sala, comentó al respecto: «Una de las misiones más importantes del Teatro NESCAFÉ de las Artes es abrir nuestras puertas a niños, niñas y jóvenes que tienen muy poca o nula posibilidad de acceso a la cultura, para asistir a espectáculos artísticos de altísima calidad. Este espacio de diversión y de magia les permite soñar con un futuro distinto y mejor. Si solo uno de esos niños y niñas se convierte en un artista de la danza o de la música, ya es un inmenso orgullo y logro para nosotros. Habremos contribuido tocando ese corazón para siempre».
Esta nueva producción de nuestra compañía, dirigida por Sara Nieto, se concretó con el apoyo del Fondo Nacional de Desarrollo Cultural y las Artes (convocatoria 2015), y ese sentido, González señaló que fue gracias al aporte del Consejo de la Cultura y las Artes, a través del FONDART, que estas funciones fueron posibles.
Por su parte, Danitza Mariani -funcionaria del Centro Cultural de Quilicura, una de las instituciones invitadas- explicó: «vinimos con una delegación de 160 niñas y sus padres a ver el ballet, todas ellas alumnas de danza infantil, ballet y danza contemporánea» y agregó: «Instancias como ésta son tremendamente motivadoras e integradoras respecto a lo que nosotros hacemos en la formación de danza y otras disciplinas».
En cuanto al montaje, Mariani aseguró: «Me pareció bastante interesante todo este juego lúdico que hacen con estos personajes que efectivamente acercan el ballet clásico al público general y sobre todo al público infantil (…) El elemento del humor es un puente para todas las edades».
Fotógrafo: Javier Valenzuela