«Amores de Cantina» vuelve al Teatro NESCAFÉ de las Artes del 16 al 20 de enero. En esta entrevista, la reconocida actriz María Izquierdo habla sobre la obra, las razones que impulsaron su éxito, su pasión por el teatro y la influencia de Andrés Pérez.
En la obra -basada en las décimas y versos libres del premiado dramaturgo Juan Radrigán y dirigida por Mariana Muñoz-, María Izquierdo encarna a Carmen, personaje que circula entre la vida y la muerte, y se encuentra con otros seres que comparten sus historias de amor, nostalgia y desamor.
Desde su estreno en julio de 2011, «Amores de Cantina» ha recibido sólo elogios. Ese año fue elegida como uno de los mejores montajes por el Círculo de Críticos de Arte de Chile y a la fecha ha sido vista por cerca de 25 mil personas en Miami (EEUU), Cádiz (España) y distintas ciudades de nuestro país.
– ¿Cómo describirías «Amores de cantina»?
Es una tragicomedia musical popular, que al público le entrega contenido de fina poesía. Se muestra una diversidad de personajes que representan lo que somos los chilenos en un espacio teatral bastante mágico, en donde hay convivencia de seres vivos y muertos en un tránsito poco limitado, bastante ambiguo. Eso le da mucha libertad a Juan Radrigán para expresar ideas y contenido que tienen que ver con la chilenidad.
– En tu opinión, ¿cuáles son las razones que han llevado al éxito a la obra?
Uno de los elementos fundamentales es el texto. Es hermoso, muy cercano, con una poesía que sorprende, que da risa y que da pena, con imágenes que se sienten muy cercanas. Otro de los elementos es la música: el hecho de que sea una obra que ocurre en una cantina, en donde se canta y se baila todo tipo de ritmos latinoamericanos, también convoca mucho. Y finalmente, la manera en la que montó Mariana Muñoz, que no pretende ilustrar esta cantina, sino que plantea un espacio teatral, con micrófonos, en donde de alguna manera estamos cantando esta historia.
– ¿Cómo ha sido la experiencia de interpretar tu personaje, Carmen, que no sólo actúa sino que también canta?
Me cuesta encontrar obras en las que no lo haya hecho. Siempre termino cantando. El canto es parte del lenguaje del teatro. En este caso, mi personaje tiene la exquisita experiencia de venir del otro mundo, y trae un mensaje desde allá: el sollozo no debe ser la última palabra, que hay que cantar, que la vida es hermosa. El otro lado es oscuro, frío y hay mucha nostalgia. Entonces ella vive esta experiencia, la comparte con estas personas -que no la ven pero ella sí a todos- y se da cuenta que hasta que no lo vivan no lo van a entender.
– A la directora de la obra, Mariana Muñoz, la conocías ya desde hace algunos años…
Con Mariana trabajamos hace unos años en un montaje de Rodrigo Pérez. Sin embargo, ya teníamos una cercanía implícita porque ambas trabajamos, en distintos momentos, con Andrés Pérez, interpretando los mismos personajes en «La Negra Ester». Entonces teníamos este personaje en común y el amor incondicional por la metodología y la personalidad de Andrés. De alguna manera, su enseñanza nos une con Mariana y con varios del equipo de «Amores de cantina», que tuvieron la misma experiencia con Andrés.
– ¿Crees que el legado de Andrés Pérez se ve reflejado en «Amores de cantina»?
Creo que sí. Eso se ve en que no trabajamos el realismo, no existe una cuarta pared. Los personajes trabajan desde la emoción, escuchando y al mismo tiempo participando con opinión. No estamos cumpliendo una función única en el escenario, sino que estamos abiertos y entregados a la experiencia mucho más allá de nuestros personajes.
– Tú tienes una amplia trayectoria también en cine y televisión, ¿qué reto te impone trabajar en el teatro?
Estar arriba de un escenario siempre es un riesgo, es un desafío. Creo que el gran reto es estar en el presente en el momento que estoy en el escenario, tanto en los ensayos como en las funciones. Actuar no consiste en repetir, sino en existir en ese presente. No es fácil, pero es la única manera para disfrutarlo.
La próxima semana «Amores de cantina» se presentará en nuestro Teatro. «Es una alegría volver, porque comprueba que el público respondió la apuesta que hizo el Teatro la primera vez», expresa Izquierdo. «Indudablemente, el Teatro NESCAFÉ de las Artes tiene ciertas características que nosotros no conocíamos en otros escenarios en los que habíamos estado. Cuando fuimos comprobamos que somos bienvenidos y que la obra tiene una proyección interesante», concluye la actriz.
Amores de cantina
Miércoles 16 de enero – 20:00 horas
Jueves 17 de enero – 20:00 horas
Viernes 18 de enero – 21:00 horas
Sábado 19 de enero – 21:00 horas
Domingo 20 de enero – 20:00 horasEntradas a la venta en Ticketek y sin recargo en boleterías del Teatro.
20% de descuento para los socios de la Comunidad Teatro NESCAFÉ de las Artes.