“Lota, las mujeres del carbón” se ha transformado en uno de los espectáculos más destacados y apasionantes del último tiempo, ya que a través de la danza cuenta la historia de las mujeres que vivieron en esa localidad del sur de Chile en la época de la extracción de carbón. Ahora, a un año de su estreno, regresa al TEATRO NESCAFÉ DE LAS ARTES para una función única que promete deslumbrar el próximo 2 de agosto.
Pedro Fernández Embrujo ha logrado su consolidación con “Lota, las mujeres del carbón”, recibiendo premios de la crítica y reconocimientos de la escena artística nacional.
Este trabajo fue creado por el reconocido bailaor y coreógrafo nacional Pedro Fernández Embrujo, quien logró unir parte de la cultura chilena y española para dar vida a una obra que toma un carácter universal. Esta producción se desarrolló a miles de kilómetros de la tierra que dio su inspiración, pero con la fuerza de relatos reales que aún viven en la memoria de quienes fueron parte de esos pasajes de la historia de Chile.
A continuación te contamos cinco cosas que hacen de “Lota, las mujeres del carbón” un espectáculo único e imperdible.
1. Su fuente de inspiración
La idea nació cuando Pedro Fernández Embrujo conoció en Madrid a una mujer chilena, hija de un minero de Lota. En ese momento comenzó a descubrir las historias que rodeaban al contexto de esa época, destacando el cómo a través de la fraternidad de la convivencia se mantenía vivo todo. Gracias a ella dio con entrevistas y documentos, además de conocer a otra mujer que le relató otra parte importante: el cierre de la mina.
Una de esas fuentes esenciales es Olaya Hermosilla, oriunda de Schwager, sector netamente minero de Lota. En su memoria aún quedan las reuniones que se generaban en el horno del pueblo para preparar el pan para los mineros. «Era el momento de las mujeres. Yo recuerdo que era niña y ahí tu enterabas de todo. A mí me gustaba, porque era como la entretención. Siempre me ha llamado la atención la parte de la mujer, siempre se ayudaban y había mucha solidaridad en todos los sentidos», rememora Hermosilla. Relatos como éste dieron vida a la trama de “Lota, las mujeres del carbón”.
2. Su origen
En 2016 Pedro Fernández Embrujo se ganó una residencia artística en el Centro Danza Canal de Madrid. Gracias esa instancia comenzó a dar forma a este trabajo sobre las historias de las mujeres del carbón. El resultado fue intenso y tras sus primeras presentaciones en crudo fue contactado por el encargado de programación del Teatro Paco Rabal, quien le pidió hacer el estreno en su sala.
Un año más tarde “Lota, las mujeres del carbón” vio la luz de forma oficial y se convirtió en un espectáculo de raíz chilena desarrollado en España, logrando un sello único que cautivó e identificó al público de ese país. «Muchas personas también tenían familia de mineros, justamente de Almería, y decían ‘esto también sucedió aquí’, parece que el mismo patrón se repite en varios lugares», recuerda Fernández.
3. La fuerza de Violeta Parra
Otro punto que ha conquistado al público de “Lota, las mujeres del carbón” es su música. Un trabajo arriesgado en el que se versionan clásicos de Violeta Parra -como «Maldigo del alto cielo», «La jardinera», «Qué he sacado con quererte» y «La carta»- en clave flamenca, entregándole a la historia más fuerza a través de las estremecedoras composiciones de esta legendaria artista chilena.
«Yo lo quise contar con textos de Violeta Parra, porque a ella la encuentro una mujer con una carga política y emocional muy fuerte. Política porque siempre en sus canciones hay una crítica hacia el poder político. Como estaba enmarcando la historia en un período donde se estaba cerrando la mina y los trabajadores fueron manipulados de cierta manera, elegí a Violeta Parra y sus canciones para poder hacer esta narración», cuenta Pedro Fernández Embrujo.
4. La fusión de culturas
No fue un trabajo sencillo armar un espectáculo de estas características. En una primera etapa, Fernández realizó una audición en los Teatros del Canal de Madrid. Así llegaron cerca de 50 bailarines, de los cuales sólo 10 fueron seleccionados. «Les comenté cómo vivían las mujeres en ese momento, cuál era su fuerza, como tenían una pena intensa pero aún así eran felices», recuerda el coreógrafo.
Luego vino la parte más compleja: trabajar la corporalidad chilena, que no es la misma española. Sobre ese proceso Fernández afirma: «he vivido mucho tiempo en Chile y además bailo danza española desde muy pequeño, entonces conozco ambos cuerpos y ambas idiosincracias, que son totalmente distintas, desde cómo hablan hasta cómo se mueven». Con estos conocimientos pudo unir aspectos de la cueca -como el manejo del pañuelo y sus pasos- con la danza española y el flamenco.
5. Los reconocimientos
Tras el estreno en Chile de “Lota, las mujeres del carbón”, en agosto de 2018 en el TEATRO NESCAFÉ DE LAS ARTES, Pedro Fernández Embrujo recibió dos importantes reconocimientos que lo consagraron como uno de los bailarines nacionales más destacados. Primero fue galardonado con el Premio del Círculo de Críticos de Arte de Chile 2018 en la categoría “Mejor Coreógrafo”, principalmente por su trabajo en este hermoso montaje.
Poco después obtuvo el Premio Agustín Siré 2019 de la Academia Chilena de Bellas Artes por su impecable carrera como bailarín y coreógrafo, además de destacar la labor realizada en “Lota, las mujeres del carbón”. Un reconocimiento que a su vez se convirtió en un hito, ya que fue la primera vez que la Academia Chilena de Bellas Artes entregó este galardón a un artista de la danza.
«Lota, las mujeres del carbón»
Viernes 2 de agosto – 20:30 horas
Entradas a la venta en ticketek.cl, y sin recargo en boleterías del Teatro y Comunidad de las Artes (Av. Providencia 1266) con descuento para socios.
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