La muerte de Ángel Parra me duele

La noticia de la muerte de mi amigo Ángel Parra me duele, su presencia y al mismo tiempo su eterna ausencia serán algo que solo el tiempo irá sanado en mi corazón, hecho pedazos por la muerte de este gran amigo, un hombre que amó a su patria y a su pueblo, por sobre todas las cosas, amó a chile y en especial a Valparaíso, eso me duele aún más, porque no fuimos capaces de hacer aquello que nos correspondía y que él merecía: ser nombrado Hijo Ilustre de Valparaíso.

Duele la burrocracia, como duele que existan otras prioridades, como se me respondió cuando solicité que se realizara este nombramiento a nombre de todos los ciudadanos y de aquellos que creemos profundamente en el merecimiento de este nombramiento que hubiese honrado, no solo a Ángel, sino a cada uno de los ciudadanos de nuestra ciudad, en especial cuando nos preparamos para celebrar los 100 años del nacimiento de su madre, Violeta Parra, una de las mayores artistas de este país.

Así son las cosas en este puerto, que se quema por los cuatro costados y en donde la cultura y sus artistas no tienen ninguna prioridad, vaya capital cultural, vaya ciudad patrimonio. Me quedo con la sonrisa de Ángel, con su abrazo y con su eterno amor por Valparaíso.

Mi querido amigo Alfredo Saint-Jean me pidió algunas palabras, aquí están y aquí se quedan, gracias.

Enrique Moro
Poeta