El artista que más impacto e influencia ha tenido en el rock chileno de las últimas décadas aún recuerda el momento en el que se encontró con el compositor y productor argentino Gustavo Santaolalla. Jorge González cuenta que se conocieron en un hotel de Guadalajara y comenzó ahí una relación que acabó por trascender el ámbito profesional.
«Su disco favorito de los Beatles es Revolver. Como el mío es Rubber Soul sentí la cercanía. Se acrecentaba», comenta González sobre lo que lo llevó a elegir a Santaolalla como productor del emblemático disco Corazones de Los Prisioneros. Los ’80 estaban llegando a su fin y se comenzaban a cristalizar grandes cambios, tanto en el ámbito político como en el musical.
«Tren al sur» es una de las canciones de ese álbum y quizás la mejor muestra de lo que el encuentro en el estudio entre González y Santaolalla produjo: a la impresionante composición del primero, el segundo sugirió sumar un ronroco (un tipo de charango, más grande y con un sonido más bajo y profundo), consiguiendo un resultado único y atemporal, en donde confluyen rock, electrónica e identidad latinoamericana.
Nadie pondría en duda el alcance de un tema que se ha transformado en un himno y que su autor describe como «una eterna alegría». Hace solo algunas semanas, la revista Rolling Stone nombró a «Tren al sur» como una de las mejores canciones del pop latino de toda la historia, y hoy sigue sonando en las radios y en las fiestas que se celebran en todo el continente.
Tres años después de la edición de Corazones, González volvió a convocar a Santaolalla como productor para su disco debut como solista, al que bautizó con su propio nombre. Sobre la experiencia de trabajar en ambas ocasiones con el argentino, Jorge comenta: «recuerdo su humor y orden«, dos características fundamentales para el trabajo en el estudio.
La relación se mantuvo a pesar del paso de los años y en 2010, en el marco del Festival El Abrazo, celebrado en Santiago, los dos se reencontrarían para tocar juntos una versión de «Tren al sur». Sin embargo, la presentación de González en el evento fue cortada y finalmente no pudieron concretarla, pero él no descarta la idea de poder hacerlo algún día. «Sería muy lindo, con guitarra y charango», apunta.
Santaolalla ha manifestado en muchas ocasiones la admiración que siente por Jorge González, asegurando que es un visionario y un «súper referente poético y musical». Ese respeto es mutuo. Para González, la premiada trayectoria que Santaolalla ha desarrollado por más de tres décadas como productor, músico y compositor simboliza nada menos que «el triunfo del bien«.
Quizás la oportunidad del reencuentro se pueda dar en los próximos días, cuando Santaolalla llegará a Chile para ofrecer un único concierto en el Teatro NESCAFÉ de las Artes. La cita es el miércoles 12 de septiembre, a las 21:00 horas.