Las hermanas Lisa-Kaindé y Naomi Díaz dan vida a Ibeyi, uno de los dúos más interesantes de la música actual, con una mezclas de sonidos que recorren sus raíces y expresan emociones e ideales en idiomas como el inglés, francés, español y la lengua africana yoruba, logrando que su mensaje sea realmente universal.
«Hay que experimentar, hay que ir más allá, siempre hay que ir a buscar cosas que te dan miedo», asegura Lisa-Kaindé Díaz.
Crecieron rodeadas de música: su padre fue Miguel “Angá” Díaz, artista cubano especialmente conocido por su trabajo como percusionista de Buena Vista Social Club, y su madre es la cantante y compositora Maya Dagnino, de origen franco-venezolano, quien se convirtió en la principal impulsora de su incursión en el arte. «Creo que uno de los primeros recuerdos que tengo es «La Flauta Mágica» de Mozart. Recuerdo escucharla para irme a dormir con mi hermana», cuenta Lisa-Kaindé en entrevista telefónica.
Cuando tenían solo 19 años decidieron canalizar su talento en la música y editaron su disco debut homónimo. De ahí en adelante han conquistado no solo al público y la crítica internacional, sino también a celebridades como Beyoncé, Prince y Adele con su original propuesta, que en 2017 se consolidó con la publicación de Ash, un álbum en el que las gemelas siguen explorando territorios y sonidos, sin dejar de lado su rica herencia cultural.
A días del debut de Ibeyi en Chile -que se realizará el 6 de febrero en el Teatro NESCAFÉ de las Artes-, conversamos con Lisa-Kaindé sobre lo que impulsó el inicio de su carrera, su experiencia en la música, la importancia de experimentar y la relación que han desarrollado con sus seguidores.
– ¿A qué edad y cómo te acercaste por primera vez a un instrumento?
A los siete años nuestra madre nos puso en clases de música clásica. Naomi eligió la percusión clásica y yo el piano clásico, pero me di cuenta, poco después, de que me encantaba cantar, y empecé a escribir canciones como a los 14 años.
– Precisamente, leí que las canciones del primer disco de Ibeyi las escribiste cuando tenías entre 14 y 18 años, ¿recuerdas qué te motivó a escribir por primera vez?
Sí. Estaba en mi casa, aburridísima, y le dije a mi madre: “yo no sé lo que voy a hacer con mi vida… ya he hecho todo. Naomi está por ahí en una fiesta, no me invitaron, no sé qué hacer”, y mi madre me dijo: “escribe una canción” y se fue a acostar. Y así empezó todo.
– Una vez que empezaste a escribir, ¿las letras salieron siempre en inglés, de forma natural?
Sí. Todavía hoy me pregunto por qué. Hace poco me di cuenta de que durante ese año había descubierto a Amy Winehouse, y creo que ella me impactó tanto que quizás por eso empecé a cantar en inglés. Creo que fue el año que descubrí a Amy Winehouse y a Ella Fitzgerald, y a todas esas grandes cantantes. Creo que me impactaron.
– Pero, ¿cuál fue el primer idioma que aprendieron de niñas?
El primer idioma era español. Español y francés, al mismo tiempo.
– Cuéntame un poco sobre la relación que han tenido con Richard Russell, productor y dueño de XL Recordings, ¿cómo llegaron al sello y cómo ha sido la experiencia de trabajar con él en los dos discos de Ibeyi?
Él es un productor fantástico, fantástico… fenomenal. Creo que nos enamoramos, porque la primera vez que lo vimos fue como un flash, y sabíamos con Naomi que íbamos a trabajar con él, que queríamos trabajar con él y que teníamos que darle las ganas de trabajar con nosotras. Y bueno, empezamos a trabajar y fue mágico. Entonces cuando él hizo su propio álbum nos invitó, y con muchas ganas lo hicimos.
– Muchas canciones del primer álbum de Ibeyi lidian con temas profundos, pero musicalmente transmiten una energía positiva, casi catártica, ¿crees que la música puede ser una herramienta para aliviar el dolor, la rabia, la pérdida?, ¿de transformar esas emociones en otra cosa?
No es que creo, es que estoy segura de eso, porque es lo que la música me da. La música me da alivio todos los días, la música me permite recordar a la gente que yo quiero y que se fue, todos los días, y la música me da alegría, me hace conocer a otros músicos y a otras culturas… me entusiasma, me da fuerza y esperanza.
– ¿Y esperabas, cuando escribiste estas letras tan íntimas y personales, que luego se diera esa conexión que tienen ustedes con el público en sus conciertos?
Eso fue algo mágico, no me lo esperaba y nunca yo pensé en eso, porque cuando empecé a escribir esos temas, lo hice para mí misma, como una adolescente en su cuarto; nunca pensé que iban a ser un álbum, que iban a ser un disco. Jamás pensé en eso. Entonces, el saber que hay gente a la que le gusta mi música, que le toca la música de Ibeyi, que hay gente que le gusta cantar la música de Ibeyi… hay gente que nos escribe cartas diciendo cuán importante es para ellos la música de Ibeyi. Algo más maravilloso no hay. Es lo máximo.
– Con ese disco pasaron muchas cosas, entre ellas, Beyoncé las invitó a ser parte del video de «Lemonade», ¿cómo reaccionaron cuando supieron que ella quería ponerse en contacto con ustedes?
Nos pusimos a twerkear (baile). O sea, eso fue genial, y bueno, qué honor para nosotras saber que a ella le gustó nuestra música y por eso quería trabajar con nosotras. Creo que es muy lindo cuando cosas así pasan, porque crecimos con Beyoncé.
– ¿Y la siguen admirando después de trabajar con ella?
Sí, fue genial… fue genial conocerla, fue genial hablar con ella, fue genial ver cómo trabajaba. De verdad ella es una mujer fantástica.
– Luego de la acogida que tuvo el primer disco, ¿sintieron mucha presión cuando tuvieron que volver al estudio a trabajar en el siguiente?
Yo sí. Naomi te diría “no”, pero yo sí (ríe). Traté de no pensar en aquello, traté de hacer una música que me parecía buena para mí misma. Intentamos hacer música que nos emocione a nosotras mismas y que se parezca a nosotras, porque eso es lo más importante. Si a ti te gusta de verdad, si para ti es importante de verdad, a alguien más le gustará.
– En Ash se atrevieron a probar con otras cosas nuevas como el auto-tune, ¿tuvieron miedo de la forma en que algunos fanáticos pudieran reaccionar?
Mira, lo cómico es que no pensamos que eso iba a ser algo importante para los fans o algo que le diera miedo a los fans. Ni pensamos en eso. El auto-tune para nosotras es como utilizar sonidos diferentes para la guitarra, es una manera de expresarnos y de trabajar con la tecnología, lo que tenemos hoy. Es una herramienta genial para poder trabajar y expresarnos. Nos dimos cuenta, cuando salieron las primeras canciones, cuánto la gente le tiene miedo al auto-tune y fue muy cómico. Pero ya cuando salió todo el álbum, los fans entendieron que esto era para nosotras un detalle, un detalle importante, pero un detalle.
– Hay que defender un poco el derecho a experimentar entonces, ¿no?
Ay, claro. Y creo que es una de las cosas más importantes cuando uno es músico: hay que experimentar, hay que ir más allá… hay que botarse del tercer piso con el arte, siempre hay que ir a buscar cosas que te causan miedo. Siempre hay que experimentar con músicos, con sonidos, con lenguas, con notas que uno no conoce.
– Entre esas cosas, leí que Naomi quiso que este disco tuviera canciones más uptempo, ¿buscaron deliberadamente que el público pudiera bailar en los conciertos?
Sí, esa fue la primera cosa que Naomi me dijo, y me lo dijo como 20 millones de veces, que quería hacer bailar a la gente, que quería trabajar con el dancehall, con el reggaetón, que quería trabajar con el hip-hop, que quería que las canciones fueran más uptempo. Y todavía quiere que el próximo álbum sea más así, también.
– Pero en paralelo a eso, ¿dirías también que Ash es un disco más político que el primero?
No sé si es más político, pero habla de temas muy importantes para nosotras, de temas que no habíamos abordado de manera pública, pero que habíamos hablado en nuestra familia desde hace mucho tiempo. Hay una canción para las mujeres que se llama “No Man Is Big Enough for My Arms”, y también está “Deathless” que es como nuestro himno, que cuando lo cantamos en el escenario hacemos cantar a la gente. Esas canciones definitivamente son canciones muy importantes para nosotras, y este álbum es mucho más abierto para el mundo, más abierto que el primero.
– ¿Fue eso lo que las llevó a escribir su primera canción en español: “Me Voy”?
Sí, sí. Estamos muy contentas de tener nuestra primera canción en español, nos tomó tiempo… pero aquí está.
– Pero, ¿qué fue primero?, ¿tuvieron la intención de hacer algo en español?
No, no nos obligamos a hacer una canción en español. Creo que todo salió al mismo tiempo y la verdad es que yo la escribí pensando en otra persona. La escribí para una cantante cubana, así, pensando que se la iba a dar a alguien, y Naomi la escuchó y dijo: “no, esta canción es para Ibeyi” (ríe).
– Y ¿cómo se concretó la participación de la Mala Rodríguez en este tema?
Fue muy natural. Fue como evidente, cuando empezamos a producir la canción era como: “ay, necesitamos a la Mala y no la conocemos”. René… Residente de Calle 13, nos dio su email y le mandamos un correo con la canción y creo que al día siguiente ya nos había mandado el rap. Ella es increíble.
– Vi que en redes sociales han subido fotos con Residente y la gente les pregunta si hay posibilidad de que hagan algo juntos, ¿tienen planes de hacer alguna colaboración?
A nosotras nos encantaría, sí, pero hay que encontrar la canción. Pero sí, por qué no. Él es increíble, es un rapero increíble y una persona increíble, también.
– En Ash otro de los artistas que colabora es Meshell Ndegeocello, que hace dos años se presentó en el mismo teatro en el que ustedes van a tocar ahora en Chile…
Ay, qué genial… mira, no sabía…
– ¿Cómo fue la experiencia de trabajar con ella?
Fue muy lindo porque ella es una de nuestras diosas, entonces tenerla en la canción “Transmission/Michaelion” fue aún más lindo para nosotras. De verdad fue un honor muy grande para nosotras trabajar con ella. Ella es una de las mejores bajistas del mundo, y una de las mejores cantantes del mundo también.
– ¿Cuáles son sus expectativas de su próxima gira por Sudamérica?
Esperamos que la gente cante muy fuerte y que baile mucho. Estamos contentísimas de volver a Latinoamérica, pero también será nuestra primera vez en Chile, nuestra primera vez en Argentina… entonces hay un poco de miedo, pero mucha alegría de verdad. Estaremos Naomi y yo, nada más en el escenario, cantando muy fuerte y bailando y esperamos que canten y lo gocen, de verdad. Esperamos que la gente vaya con una sonrisa grande y con mucha esperanza.
Ibeyi en Chile
Martes 6 de febrero – 21:00 horas
Entradas a la venta en Ticketek y sin recargo en boleterías del Teatro y en el Centro de Atención de la Comunidad de las Artes (Av. Providencia 1266) con descuento para socios.
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