Desde su apertura el 6 de agosto de 2009, el Teatro NESCAFÉ de las Artes cobija cada año 85 eventos y cerca de 250 funciones, recibiendo a más de 220 mil espectadores y brindándoles alegrías y satisfacciones. Además, ha sido reconocido como el primer proyecto de recuperación de un espacio patrimonial sin intervención ni apoyo específico de ninguna entidad pública ni gubernamental.
La decisión de rescatar de la picota del olvido al antiguo Teatro Marconi, construido a finales de los años ’40 en Manuel Montt 032, fue un acto consciente por impedir el destino inexorable de la gran mayoría de las maravillosas salas de teatro de Santiago.
Fue el espíritu público de personas privadas -Alfredo Saint-Jean Domic, Irene González Peña, Cristián Frederick Aldunate y Maria Eugenia González Peña, socios de ENGRANAJE MEDIOS S.A.- el motor exclusivo de este proyecto de rescate patrimonial. Fueron ellos quienes en 2008 decidieron arrendarle a la familia Ghivarello Motto el teatro, prácticamente en ruinas, e iniciar su transformación.
Para enfrentar el financiamiento y gestión del ambicioso proyecto, Saint-Jean decidió incorporar el esfuerzo privado, a la manera de los grandes teatros de marca del mundo (como el Teatro Kodak de Los Ángeles, el American Airlines de Nueva York o el Opera Citi de Buenos Aires), y puso la mirada en una marca de larga data y prestigio: NESCAFÉ.
No necesitó golpear ninguna otra puerta, Nestlé le abrió de inmediato. En medio de la sala desmantelada y aún abandonada, Saint-Jean le planteó el proyecto a Juan Pablo Cañas, marketing group manager senior de NESCAFÉ, y desde entonces fueron partners e interlocutores permanentes.
Tras nueve meses de intenso trabajo y una acuciosa planificación, comenzaron las labores de reconstrucción, que sorprendentemente sólo tomaron cuatro meses. A cada detalle se le dedicó tiempo, recursos y esfuerzo: desde el escenario que fue ampliado, hasta la alfombra y las butacas, pasando por el hallazgo inesperado de una fosa de orquesta que fue recuperada; todo con el fin de crear el mejor teatro de Chile en su categoría.
Así, 50 años después de su inauguración, el Marconi transitó de la oscuridad a la luz y renació convertido en el Teatro NESCAFÉ de las Artes. Su selecta y variada programación es de la más alta calidad artística y su gestión se desarrolla en torno a tres ejes fundamentales: Pasión, Creación y Movimiento.
«Tener un teatro es el equivalente a cumplir el sueño de la casa propia, y esa casa propia del arte y la cultura yo la busqué desde mi iniciación en los años 60. Hasta que apareció entre ruinas la posibilidad de rescatar un emblema de la época de oro de las salas de cine de Santiago, el legendario Marconi. Y la recuperación de ese espacio cumplía el doble propósito de hacer realidad mi sueño personal y de contribuir a un propósito país: el rescate del patrimonio cultural». – Alfredo Saint-Jean Domic
«Grata sorpresa encontrar una sala renovada, acogedora y receptiva a múltiples expresiones artísticas y culturales. Fortalece el barrio, satisface una gran demanda y contribuye a hacer ciudad». – Héctor Soto, periodista y crítico de cine
«¡Al fin! Un nuevo teatro con las condiciones técnicas y de confort que espectadores y artistas necesitábamos. Y a esto le agregamos una programación de alto nivel, con especial énfasis en la danza, ¿qué más se puede pedir?». – Sara Nieto, primera bailarina y coreógrafa