Guillermo Lorca: cuando la pintura trasciende el lienzo

Es el pintor más joven en exponer individualmente en el Museo Nacional de Bellas Artes. La obra de Guillermo Lorca García-Huidobro (Santiago, 1984), fuertemente influenciada por el estilo y la técnica del barroco, ha tenido reconocimiento nacional e internacional, que lo ha llevado a exponer en galerías como la Hilario Galguera, de Ciudad de México, conocida por ser representante de artistas extranjeros de gran importancia.

«Cuesta hablar de los cuadros, porque son una expresión del inconsciente. A mí no me interesa hacer ilustraciones literales de nada específico», afirma Lorca.

Parte de lo que caracteriza el trabajo de Lorca no es solo su estilo, también lo es el tamaño de sus obras: la mayoría son en grandes formatos, llegando incluso a los tres metros de largo. “Hay algo en la teatralidad de la gran escala que genera una experiencia distinta cuando se ven las obras en persona. Siempre me ha interesado, desde que partí. Cuando tenía 20 años hice un mural gigante, yo creo que ahí me enamoré del gran formato. No es lo mismo cuando tú te encuentras con una pintura y los personajes son de tamaño natural o cuando son una miniatura. Puedes generar otro tipo de pinceladas, y se da una situación distinta con el espectador. Influye bastante en la experiencia”, asegura.

Ahora, su obra sale de los museos para ser exhibida en el teatro. Una de sus pinturas más recientes, La Fiesta de Yaksha (2017), ha servido como inspiración para el montaje de la Gala Barroca que se realizará el 9 de mayo en el Teatro NESCAFÉ de las Artes, donde el cuarteto chileno Helios, liderado por la soprano Esperanza Restucci, interpretará obras de Vivaldi, Haendel, y Caldara. Participan además la diseñadora Lupe Gajardo y la artista visual Liú Marino, quien será la encargada de llevar a escena la estética barroca de la pintura de Lorca.

Ésta no es la primera vez que Lorca y Restucci trabajan juntos. Ambos se conocieron en Alemania en 2013, y en 2016 realizaron el proyecto Festín Barroco, en el que también participó Lupe Gajardo y el violinista Raúl Orellana. El espectáculo mezcló música de cámara, artes visuales, alta costura y escenografías digitales con videos de cuadros de Guillermo.

Esta interacción entre disciplinas vuelve a tomar forma y llega a una nueva escala en la Gala Barroca. “Éste es esencialmente un proyecto de Esperanza, ella es la protagonista de todo este cuento. Yo la conozco desde hace ya varios años. A ella siempre le han interesado mis cuadros, y para esta gala se sucedió un diálogo espontáneo. Además, yo siempre puedo cooperar en proyectos de ella, que canta como los dioses. Yo feliz”.

En esta ocasión el trabajo de Lorca ha sido entregar la estética de su pintura La Fiesta de Yaksha, para que a partir de ella sea imaginado el ambiente en el que se desarrollará el concierto de Helios. “Yo he opinado a nivel estético, en ver cómo se podría integrar el cuadro en la obra, cuáles imágenes podríamos ocupar. El resto ha sido un trabajo más de los montajistas. Hay varias personas metidas en esto”.

– ¿Qué nos puedes contar sobre La Fiesta de Yaksha?

Cuesta hablar de los cuadros, porque son una expresión del inconsciente. A mí no me interesa hacer ilustraciones literales de nada específico. Acá hay una estética de la sobrecarga, del exceso, que generalmente se asocia al barroco. Hay una invitación a un mundo donde se presupone que hubo una cierta violencia, pero al mismo tiempo esa violencia, esa destrucción y esa muerte dan como resultado algo hermoso, nuevo, sensual.

– ¿Y cómo ha sido la experiencia de mostrar tu obra en una plataforma diferente?

La experiencia de llevar una pintura a una nueva plataforma siempre es interesante. Me gusta que se mezclen distintas disciplinas, aunque eso era más común hacerlo antiguamente. La sobre-especialización que se ha dado en los tiempos actuales tiene algo muy bueno, que hace que cada uno esté concentrado en lo suyo y se logre algo de muy buena calidad, pero eso mismo a veces hace que se pierda la inter-disciplina. Yo creo que en el último tiempo, especialmente en el plano científico más que en las artes, se ha tendido a juntar disciplinas y ello genera todo un nuevo producto que puede tener un peso por sí solo. Todo experimento en relación a eso yo lo encuentro deseable; jugar con eso, ver qué pasa.

– ¿Cuáles han sido tus grandes influencias, tanto en la pintura como en otras artes?

A mí me gusta mucho la ópera, siempre me ha gustado cómo canta Pavarotti, me gustan las óperas de Puccini, y la música clásica en general. Pero también me gusta el pop, me gusta el rock, me gusta de todo, no soy generalmente de una sola tendencia. Pero sí, desde muy niño, ha tenido cierta influencia en mí la música clásica, y en el arte me pasa lo mismo. Lo que hago se relaciona mucho a nivel técnico con lo de los pintores del barroco y del siglo XIX, pero lo que lo inspira son múltiples factores. Muchas de esas cosas son más bien actuales, o de mi niñez. De los antiguos, uno de mis pintores favoritos te diría que es Rembrandt. Pero al mismo tiempo una de mis grandes inspiraciones es el cineasta Hayao Miyazaki, que hizo La Princesa Mononoke, El viaje de Chihiro. No todo está tan ligado necesariamente a la época del barroco, lo de la época es más bien un asunto estético.

Gala Barroca

Miércoles 9 de mayo 2018 – 20:30 horas
Entradas a la venta a través del sistema Ticketek, y sin cargo por servicio en boleterías del Teatro y centro de atención de la Comunidad de las Artes (Av. Providencia 1266) con descuento para socios.
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