Federico Nathan: «Queremos que el público viva una experiencia»

Comenzó sus estudios de violín a los 8 años y hoy, dos décadas después, el uruguayo Federico Nathan llega por primera vez a Santiago con su quinteto de jazz fusión, una interesante propuesta musical con influencias que van de la música clásica al rock.

Federico Nathan Quinteto ganó el premio a la Mejor Banda en la Bucharest International Jazz Competition en 2013 y dos años más tarde editó su disco debut, FQN, a través del sello Perro Andaluz.

La agrupación -que completan Maximiliano Nathan (vibráfono), Joaquin Baranzano (teclados), Alejandro Zorrilla de San Martín (bajo) y Felipe Badaró (batería)- ha recorrido diversos escenarios del mundo y el jueves 30 de junio será el turno del Teatro NESCAFÉ de las Artes, con un concierto que tendrá «espacio para la improvisación», según adelanta el propio violinista.

– ¿Cómo fue la experiencia de participar en la Bucharest International Jazz Competition y ganar el premio a la mejor banda?

Federico Nathan: Fue una experiencia que siempre recordaremos. Independiente de ganar, estar junto a otros músicos fue bueno porque no hay muchas oportunidades como esa. Conocer a músicos increíbles de todo el mundo y poder actuar allí, es inolvidable, aunque estamos muy agradecidos por el premio. Fue muy enriquecedor.

– ¿Cómo empezaste a tocar el violín?, ¿probaste también otros instrumentos?

El primer instrumento que toqué fue el violín, también toqué guitarra y batería, pero toco violín porque mi padre es violinista y mi abuelo también lo era. Cuando empecé a tocarlo a los ocho años no me gustó. Hasta como los 13 años sufrí un poco porque lo sentía obligatorio. La música clásica también era algo raro.

¿Y cómo te enamoraste finalmente del violín?

Fue natural. Cuando escuche por primera vez el concierto de Tchaikovsky para violín, ahí dije «se puede hacer algo con este instrumento». Venía tocando música linda pero más como ejercicio y con una sensación de obligación. Después me di cuenta de que se pueden hacer muchas cosas, sonidos extraños, podía imitar una guitarra eléctrica y empecé a descubrir otro mundo de sonoridades. Ese momento me marcó.

– La propuesta del quinteto busca borrar la barrera existente entre la música clásica y popular. ¿De dónde o cómo surge esta intención?

No es que busque borrar esa barrera, sino que naturalmente se van incorporando diferentes estilos y accidentalmente se borra esa barrera prejuiciosa que todavía existe entre la música popular y la sinfónica. No sólo me enamoré del concierto de Tchaikovsky, sino que también de Pink Floyd, Led Zeppelin, The Beatles y Nirvana. Uno con su música demuestra quién es y siempre me ha parecido que el artista debe ser lo más honesto.

– Su repertorio también abarca influencias de la música popular uruguaya. ¿Es algo intencional, o surgió de forma natural?

Surge natural porque nos sentimos uruguayos, porque se nace escuchando tango, murga o candombe, es muy difícil escaparse de eso. No es que se lleve en la sangre pero está ahí y se plasma en la música. Es inevitable que se sienta la influencia y nos gusta que sea así, que se le dé un sabor a las cosas.

– Tú eres solista de orquesta Metropole de Holanda. ¿Cómo ha sido esa experiencia?

Es una experiencia increíble. Metropole es una de las tres orquestas de jazz popular más importantes del mundo. Estar como solista en esa orquesta es un placer. Fue accidental llegar ahí: me mudé a Holanda, había escuchado hablar de la orquesta pero no la conocía bien. Cuando llegué coincidió en que había una audición y fue como caer en el momento justo.

– ¿Qué tal fue trabajar con Snarky Puppy en su disco ‘Sylva’ (2015)?

Ese disco ganó el Grammy. Es un proyecto muy ambicioso, muy grande, muy sinfónico, porque se suman los músicos de Snarky Puppy con los de la orquesta. Fue genial. Estuvo muy bien pensado para que igual se aprecie el virtuosismo que esa banda tiene, sumado a toda la magia que tiene la orquesta.

– ¿Qué expectativas tienen de su presentación en Santiago?

Vamos a mostrar los temas de nuestro primer disco, en el cual el grupo conserva lo que llamo «el niño interior». Los cinco somos muy amigos desde el barrio y eso se nota. Hay mucho espacio para el juego en cuanto a la improvisación y los sonidos diferentes. Queremos transmitir todo eso, que el público en Santiago tenga una experiencia, que se lleve algo. Somos un grupo con una sonoridad muy particular, muy sinfónica, queremos que la gente viva una experiencia, que entre y salga diferente del concierto.

Federico Nathan Quinteto

Banda invitada: Ernesto Holman Etnojazz
30 de junio – 20:30 horas
Entradas a la venta en Ticketek y sin cargo por servicio en boleterías del Teatro.
Más información aquí.

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