Elvira López Alfonso: “’Quédate conmigo’ es una obra bien completa”

“’Quédate conmigo’ es una obra bien completa, porque lleva lo teatral a un marco cinematográfico para acercarse aún mas a las emociones de los personajes, y esas emociones a su vez son potenciadas por una súper romántica playlist (…)”, señala la directora del montaje, la actriz y cantante Elvira López Alfonso, al resumir esta imperdible historia de amor que nuestro ciclo online exhibe hasta el jueves 3 de junio.

Y continúa: “Es la historia de una pareja en crisis –Josefina Fiebelkorn y Jorge Arecheta- a partir de la tensión provocada por el alcoholismo de ella; especie de pivote para que ambos se cuestionen desde dónde se establece esta relación amorosa; de cómo yo construyo en relación al otro, porque si no resuelvo mis propios temas es bien difícil construir algo en común (…)”.

– “Quédate conmigo” profundiza en el tema del amor propio… concepto que se puede interpretar como “individualista”, pese a desplegar un triángulo amoroso.

El amor propio es la base de todo (…). Son tres personajes que presentan tres soledades. “Si le sumo tu soledad a la mía, ¿qué obtengo?, ¿dos soledades o ninguna?”, dice un micro poema de la española Ajo, de cómo estas vulnerabilidades y soledades buscan en el otro suplir carencias. A “Él” –Jorge Arecheta- le cuesta mucho abandonar a “Ella” –Josefina Fiebelkorn- porque la ama. Sin embargo lo hace como un acto de amor para que su pareja, en soledad, se enfrente a sí misma mientras María –Magdalena Müller- le hace ver a “Él” que también debe valorarse. Al final la pareja se reencuentra, pero dudan si volver, aunque lo intentan comprendiendo que el amor es un desafío diario… así como primero debes amarte a ti mismo para después amar al otro.

– Alejarse de las relaciones tóxicas.

Claro, totalmente. Es tóxica la relación de esta pareja. Tiene un patrón de dependencia, de límites tanto al estar atrapados en ese departamento por la pandemia como por los límites impuestos a sí mismos (…) pero es una relación tóxica que puede transformarse, porque también depende de las decisiones de cada individuo.

– Actualmente el reggaetón y la música urbana son furor, de conexión con un público más amplio. ¿Por qué apostaron por baladas de Simply Red, Prince, Journey, entre otros?

La propuesta de Cultura Capital fue montar una obra que apelara a la nostalgia, a la biografía de muchas personas, al ser lentos bien populares de los años 80, 90 y 2000. Estas canciones dan un tono de nostalgia, romanticismo y contemplación como bien dice el titulo: “Quédate conmigo mientras llueve y escuchamos canciones de amor” (…) Proponen viajes emocionales para cada personaje. Son letras súper intensas.

– Has dirigido dos montajes virtuales de la exitosa productora Cultura Capital: “Love, un concierto de amor”, y ahora “Quédate conmigo”. ¿Cómo ha sido la experiencia?

Ha sido súper desafiante para todo el equipo (…). No tuve aproximación a lo audiovisual hasta “Quédate conmigo” y, de un momento a otro, debí tomar decisiones en relación a la cámara, sobre qué plano hacer, porque todo se comporta distinto: la luz, el sonido, la edición, el trabajo en escena y luego el trabajo en postproducción; meter al público adentro del escenario es un plus, porque el primer plano, el detalle, acerca a la obra; combinar planos generales donde miras la puesta en escena, a los músicos, y el diseño de luz, versus estos close up donde ves hasta como respiran los actores (…).

– ¿Y la experiencia al dirigir a Josefina Fiebelkorn, Jorge Arecheta y Magdalena Müller?

Era profesora de coach vocal (…) y fuimos descubriendo momentos claves de los personajes, volcando esas sensaciones encontradas en las canciones; vaciar desde el canto hacia la actuación, y desde la actuación al canto, para ecualizar la energía (…). Los tres además son intérpretes súper generosos, muy dúctiles. La Jose es un volcán de intensidad, de compromiso. Muy lindo su proceso vocal, porque abrió un espacio nuevo para su voz. Jorge es un actor sensible, metódico, viendo cómo ir de lo hablado a lo cantado, y en el caso de la Maida, el verbo para ella es “adaptar”, porque probamos muchos tipos de personajes hasta dar con el ideal. Es pura generosidad y flexibilidad.

– ¿Y con la banda?

Fue un soporte muy grande para la obra (…) Grabaron todas las estructuras musicales, los arreglos y las maquetas. Tuvimos todo el disco antes de tener un ensayo, por lo que solo se complementó con las voces (…).