Lo de ayer en TEATRO NESCAFÉ DE LAS ARTES gozó de lo que su nombre fue: audacia y descaro. El «Desplante» de Eduardo Guerrero fue la manifestación, en código flamenco, del valor del cuerpo: de sus luces y sombras, de su delicadeza, desarrollo y llevarlo más allá de los límites.
La atrevida danza de Eduardo Guerrero, junto a sus músicos, fueron la triada perfecta que conmovió al público, en una sala llena con la entrega del bailaor andaluz, quien encarnó con altura la historia y el dolor de las minas de la Región de Murcia, desde la belleza de su expresión artística.
Producción: TEATRO NESCAFÉ DE LAS ARTES
Fotografías: Sebastián Domínguez