Estrenada en el Teatro Estatal de Praga en 1787, la tercera creación lírica de Wolfgang Amadeus Mozart (1756-1791) y libreto a cargo de Lorenso da Ponte (que deriva de la comedia de Moliere) se desarrolla en Sevilla a mediados del siglo XVII cuando don Giovanni, un joven noble, pero arrogante y promiscuo, sólo vive para conquistar mujeres sin importar edad, físico o condición social.
La historia parte cuando Don Juan, enmascarado, intenta seducir a doña Ana, la hija del comendador de Sevilla, y mata al padre de ésta cuando intenta defenderla. Esto desencadenará una búsqueda frenética (en medio de varios romances y conquistas) para finalmente ser ajusticiado por el comendador, en forma metafórica y de marcada moraleja, tras no arrepentirse de sus impulsos y sus actos.
El personaje de Don Juan, y sus andanzas amatorias, proviene de un mito de larga data. Surgió en Europa durante la Edad Media y tuvo su primera gran aparición literaria en 1630 en España, en el drama “El burlador de Sevilla y el Convidado de Piedra” de Tirso de Molina (1579-1648).
Dos décadas más tarde la leyenda fue dramatizada por Molière, quien estrenó “Don Juan o el convidado de piedra” en 1665.
Y como remate de esta serie de nuevas miradas al mito donjuanesco, el español José Zorrilla (1817-1893) fue quien realizó la versión más moderna y famosa de la leyenda con “Don Juan Tenorio” (1844) y que, nuevamente, se sigue revisitando con el estreno de Don Giovanni en directo vía satélite desde el Met de Nueva York.