Darío Grandinetti: «el teatro se hace con el espectador»

«Todo lo que ocurre en la obra será mejor que lo vean». Con esa sugerencia, el reconocido actor argentino Darío Grandinetti invita al público a disfrutar entre el 4 y el 8 de junio de «Una relación pornográfica», obra dirigida por Javier Daulte, en la que comparte protagonismo con otra gran actriz transandina, Cecilia Roth.

«Tengo los mejores recuerdos de las dos veces que estuve en el Teatro NESCAFÉ de las Artes. El escenario es ideal para ‘Una relación pornográfica'», asegura Grandinetti.

La adaptación al teatro de la película homónima del cineasta belga Phillippe Blasband es, en palabras de Grandinetti, un montaje que «cuenta la historia entre dos personas que se encuentran para cumplir una fantasía sexual. En ese encuentro, como suele ocurrir con las relaciones entre dos personas, las cosas derivan en algo que no estaba en sus manos». «Lo que van a ver es qué hacen esos seres con una relación que se les escapa de las manos, si se atreven a ella, cómo, si se asustan, si la viven», advierte.

Con más de 200 funciones ya realizadas, el actor -al teléfono desde Argentina- comenta: «no nos aburre la obra, nos gusta, seguimos encontrándole cosas nuevas para hacer, seguimos disfrutando de trabajar juntos y la verdad es que no sentimos ningún desgaste a pesar de la cantidad de funciones que hemos hecho».

¿Cómo describirías a tu personaje en «Una relación pornográfica»?

Cualquier cosa que cuente va a adelantar. La ventaja que tiene esta obra para el espectador es que, todo lo que ocurre ahí, es lo mismo que los personajes y los actores incluso sabemos de los personajes. Entonces, no puedo hablar de un pasado, sino sólo de lo que ocurre y eso será mejor que lo vean.

¿Cómo es la experiencia de trabajar con Javier Daulte? Hay críticas que dicen que el trío formado entre él, Cecilia Roth y tú es la fórmula del éxito de esta obra.

A estas alturas es muy cómodo trabajar con Javier, lo que es muy bueno porque esa comodidad no quita exigencia en el trabajo. Javier es una persona muy exigente, también lo soy, y la comodidad está en saber qué somos capaces de dar. Los dos confiamos mucho el uno en el otro.

Con Cecilia el trabajo también ha sido muy cómodo, como lo es siempre trabajar con buenos actores. Con esta obra, además, se dio una facilidad de trabajo entre los tres; desde que empezamos a ensayar la cosa siempre fue avanzando. A veces en el proceso del ensayo ocurre que tienes que ir para atrás e identificar el rumbo, pero eso acá no ocurrió, siempre fuimos avanzando y todo siempre fue muy armónico. Para Javier y Cecilia también fue fácil porque los dos tenían ganas de trabajar juntos. Fue muy bueno y fui testigo privilegiado del trabajo que hicieron entre ellos dos.

Hay quienes piensan que el público tiene que sacar sus propias conclusiones luego de ver una obra de teatro, mientras otros creen que la obra la que debe entregar esa información. ¿Cuál crees que es el caso de «Una relación pornográfica?

Creo que el teatro se hace con el espectador. La respuesta del espectador o lo que el teatro le sugiere es incluso importante para los actores y para lo que sentimos en la función. Hasta que no se estrena un espectáculo, la obra no termina de conformarse. Personalmente sugiero y me parece mucho más completo ver un espectáculo cuando ya hay 15 o 20 funciones hechas. El trabajo es mutuo: al espectador obviamente algo le sugiere la obra, pero ese espectador no es uno solo sino que son personas y, a cada una, la obra le resuena de distintas maneras.

En abril se presentaron con éxito en el Festival Iberoamericano de Teatro de Bogotá y un mes antes en Uruguay. ¿Cómo ha sido la experiencia de mostrar la obra en otros países y frente a otros públicos?

Fue igual porque la obra habla del amor de una manera muy original, si se quiere; muy sutil y delicada a mi juicio, y eso me parece que resuena de la misma manera en cualquier lugar.

Has participado en múltiples proyectos en cine, teatro y televisión. ¿Cuál es tu escenario preferido?

Me gusta el cine y el teatro, disfruto mucho de los dos y cada uno tiene una metodología distinta. Una obra la puedes hacer durante mucho tiempo si tienes suerte de que funcione y una película es nada más que dos meses, pero esos dos meses son muy intensos… lo paso muy bien con los dos. Pero, ¿qué es lo que más me gusta? Lo que estoy haciendo ahora: hacer giras con teatro, hacer teatro en distintas ciudades y del mismo modo filmar fuera de mi ciudad.

Hace un par de años recibiste un EMMY por tu participación en la serie «La televisión por la inclusión». ¿Qué significado tienen para ti los premios?

Para mí los premios son importantes porque son un reconocimiento que nunca viene mal, pero que no son determinantes, ni cuando te los dan, ni cuando no te los dan. En el caso del EMMY lo que más me importó fue que se estaba premiando un trabajo que fue hecho en un ciclo que hablaba sobre la inclusión, algo que a mí me importa mucho.

¿Qué es lo mejor y también lo peor de ser actor?

Lo mejor es eso que me hace disfrutar aún todos los días, que es jugar a ser otro. Lo peor son algunas cuestiones aleatorias que tienen que ver con la exposición y no hablo de la que uno, entre comillas, sufre cuando trabaja, no, sino de la otra, la que te hace estar en boca de la gente y que no tiene nada que ver con lo laboral.

Hace algunos años estuviste en el Teatro NESCAFÉ de las Artes con la obra «Barakas». ¿Qué recuerdas de esa experiencia?

Todo fue buenísimo y por eso estoy muy ansioso por volver. Tengo los mejores recuerdos de las dos veces que estuve ahí en la sala. Es muy buena para este espectáculo, el escenario es ideal para «Una relación pornográfica».

«Una relación pornográfica»

Desde el 4 al 8 de junio
Entradas a la venta en Ticketek y boleterías del Teatro.

Más información aquí.

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