Chinoy regresa al TEATRO NESCAFÉ DE LAS ARTES. Luego de una exitosa presentación en 2014, el cantautor chileno vuelve a nuestro espacio para desplegar este viernes su quinto disco de estudio a la fecha: “Venusterio”.
“Será un concierto que da cuenta del salto en la carrera de un artista con un disco de una sonoridad bien elaborada, bien elegante, hecho con mucho cariño, para disfrutar los claroscuros de la temática amorosa (…)”, explica uno de los cantautores más destacados de la actual escena musical nacional, quien con “Venusterio” –palabra que alude a la habitación donde reos tienen citas amorosas- nuevamente se reinventa para entregar baladas urbanas y sofisticadas en completa mutación con su cantata.
La prensa muchas veces señala que eres inclasificable, pues para los medios has transitado por la trova, el neo folk, el indie y el folk punk. ¿Cómo define su música el propio Chinoy?
Es una pregunta difícil. No haría una definición concreta. Es solo la música de Chinoy, que está en el área de las letras complejas, con algo de los estilos mencionados y en la tradición de los cantautores, aunque otros dicen trovadores (…). Prefiero la imaginación total a ubicarme en un lugar definido.
Has dicho que tu música es una “rareza”.
Es por el asombro que, de la nada, me vengan ideas, melodías evocadoras. Es tan indefinible e inconsciente cómo surgen mis canciones. No es que me haga el raro. Solo agarro melodías que me dicen cosas por su extraña belleza.
¿Ayuda a esa improvisación el mismo hecho de tocar guitarra?
Así es. Con la guitarra, la mayoría de las veces, parto algunas notas que dan paso a una melodía original, y luego la letra va diciendo ciertas cosas (…).
¿Y qué te motiva a cantar?
Me motiva compartir con la gente mi realidad interna, así como la contingencia. Cantar es una manera de conversar, de decir cosas. La gente no está acostumbrada a escuchar al cantautor; que exista una especie de hipnosis entre el músico y el público (…).
En este juego de “etiquetas” que a veces pone la prensa está lo del “Bob Dylan chileno”, que no te gusta, pero al igual que el artista tienes una tempestuosa manera de guitarrear, voz andrógina y trova poco sutil o delicada. ¿Realmente no hay nada de Bob Dylan en Chinoy?
Son las cosas que se comentan. Quizá hay un parecido (…). Pero la idea es crearse a sí mismo a partir de la originalidad; lograr una carrera que tome distancia de esas comparaciones.
El nuevo disco
¿Qué balance harías en relación a tus inicios como solista, en 2007, hasta llegar a esta nueva placa con que regresas a nuestro espacio?
Mi evolución ha estado en crear buenas composiciones, buenas canciones, trabajando diferentes temáticas. Hay un trabajo de madurez en la interpretación, en la búsqueda de arreglos. “De loco medieval” (2014) –lanzado en nuestro Teatro- es rockero, pero de una sonoridad que actualmente no se está oyendo (…) y “Saliendo del otro” (2020) va por el lado electrónico (…).
¿Y cómo fue la experiencia de crear este siguiente disco: “Venusterio”?
Surgió de manera accidental producto de conversaciones, encuentros, con el productor Rodrigo Aros, para trabajar sonoridades más electrónicas con arreglos de lo que se llama “música del mundo” con instrumentos como la flauta china, el sitar, entre otros. Es un disco exótico.
Hay una multiplicidad de sonidos que el público entonces deberá escuchar con atención.
Así es. Escuchar este disco en vivo es tremendo, porque está lleno de capas de sonidos, de arreglos.
¿Por qué ese nombre tan particular para titular esta placa?
Venusterio me sonó una palabra hermosa, evocadora, con esta situación de ir a encontrarse, a darse, a vivir lo intimo, lo sexual, lo carnal, una especie de “enrejado psicológico”; la firma animal de lo que es nuestro cuerpo, nuestras pulsiones. El disco aborda el tema del eros en lo doméstico, en los desencuentros, en los deseos, con todo lo que implica el amor erótico. Son temáticas actuales. No hay idealización del amor (…).
Para una mejor idea del público que asista al concierto: ¿qué canción podría ilustrar todo lo conversado?
Creo que la canción central es “Dúo dramático”, porque muestra este eterno tira y afloja, esa contradicción que existe en las parejas. Es un tema bien pop que escribí en un ratito, por lo que da cuenta de buena imaginación, buena fantasía. Se me dio fácil: “Somos sensibles antónimos, una mixtura karmática, de manos, la misma carta, una conjura de tontos y en este caos precioso mil torturas, mil ganancias. Somos el dúo que canta…”.
Chinoy
Viernes 26 de noviembre – 19:00 Hrs.
Evento presencial – Acceso solo con pase de movilidad habilitado
Entradas disponibles en Ticketek.cl (Descuento para socios Comunidad de las Artes)