¡Bravo, Roberto! ¡80 veces Bravo! Bravo también, a todas y todos aquellos ilustres que te acompañaron, celebrando a la música, la amistad, la vida misma. No se pueden resumir 80 décadas -o 10 octavas- en tres horas de espectáculo, pero si pudieron entrelazarse a sala llena los corazones de cientos representando en miles, el inmenso cariño hacia el pianista nacional.
Una hermosa congregación y concierto, en el que además nos enteramos durante su desarrollo de la partida de Joan Jara, destacada bailarina e incansable activista chilena-británica. A su memoria, el maestro -visiblemente emocionado- realizó una pausa para reconocerle y dedicar «Luchín», acompañando su camino al reencuentro con su querido Víctor.
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Fotografías: Sebastián Domínguez