Roberto Bravo está feliz. Tras 15 meses sin presentarse a público presencial, producto de la pandemia del coronavirus covid-19, el célebre pianista chileno volvió en agosto a nuestro espacio por decimoquinta vez, para tocar junto a músicos y cantantes invitados –a sala llena-, a raíz de los 100 años del natalicio de Astor Piazzolla.
Y ahora el artista regresa el domingo 5 de septiembre con este ovacionado tributo a pedido del público. “Me parece fantástico sumar un segundo concierto homenaje a Piazzolla y además es emocionante volver al escenario del Teatro NESCAFÉ, porque hay una relación de tantos años, de mucho cariño, de mucha confianza, de aceptar propuestas nuevas, distintas”, declara entusiasta.
A lo que complementa: “Compartir el trabajo de Piazzolla; su fuerza, su pasión, su ternura, su nostalgia, la vida misma intrínseca en su música, es un viaje que los artistas y el público debemos hacer juntos”.
De izquierda a derecha – Hugo Cruz, Montserrat Prieto, Marina León, Rodrigo Ugarte, Roberto Bravo y Rodolfo Jorquera
– ¿Cuál es el atractivo de la música de Astor Piazzolla? ¿Por qué se le considera el “padre del tango moderno”?
Piazzolla se alejó del tango clásico de Mariano Mores, por dar nombres, basado en el compadrito y el cuchillo (…). Por su formación con músicos contemporáneos, y su necesidad de innovación acorde a los tiempos modernos, trascendió las fronteras artísticas para convertirse en uno de los mejores compositores del siglo XX a nivel mundial; frecuentemente escuchado en dúos, tríos, cuartetos, quintetos, octetos, sinfónicas, orquestas de cámara. Es notable escuchar en Europa, en un mismo concierto, sus “Estaciones porteñas” junto a “Las cuatro estaciones” de Vivaldi.
– En esa innovación prevalece eso si la nostalgia generada por el bandoneón.
Claro, el bandoneón genera nostalgia (…). Está la “tripa” en el escenario y está ese ritmo marcato con esa cadencia nostálgica bien típica del tango tradicional entremedio de momentos muy rítmicos.
– En varias ocasiones ha dicho que para tocar la música de Piazzolla se necesita swing. ¿A qué se refiere?
Me refiero a tener el mismo swing, el mismo pulso; cierta libertad para tocar con ese pulso, así como para improvisar (…). Se necesita mucho carácter para tocar esta música, porque Piazzolla tenía una tremenda personalidad. Y eso se manifiesta en un compromiso de todo tu cuerpo tocando, porque no estás regido por partituras muy cuadraditas, bien tocadas. Hay espacio para la improvisación. En este concierto ves que el contrabajo tiene por ejemplo su solo, aparte del que hace Rodolfo Jorquera con el bandoneón o Montserrat Prieto con el violín, o yo en su momento con el piano.
“Compartir el trabajo de Piazzolla; su fuerza, su pasión, su ternura, su nostalgia, la vida misma intrínseca en su música, es un viaje que los artistas y el público debemos hacer juntos”.
Roberto Bravo
¿Y qué aporta su especialidad, el piano, a la música del artista argentino?
Aporta una tremenda base armónica (…). En “Fuga y misterio” parte el bandoneón, después se suma el piano a dúo con el bandoneón y luego entra el violín para convertirse en un trío haciendo fugato –sucesión una tras otra de imitaciones melódicas-. Después sigue el contrabajo.
¿Cómo se estructurará este segundo concierto tributo al músico?
Es un programa largo, 16 temas, por lo que estoy pensando en un intermedio. Se van contrastando entre unos rápidos y otros lentos; con canto, sin canto, con dúo, sin dúo. Para la nueva fecha de septiembre seguimos con los dos cantantes nuevos: Marina León, discípula de Katy Campos -voz original del quinteto- más el descubrimiento de Hugo Cruz, de linda voz, con mucho carácter para temas como “Balada para un loco”, “Los pájaros perdidos” o “Alguien le dice al tango”.
“Adiós Nonino”, “Verano porteño” y “Oblivion”, entre otros éxitos de Astor Piazzolla, también estarán en este segundo encuentro musical. ¿Por qué esta selección?
Hacer este concierto sin los temas conocidos sería un “18” sin empanadas (…). Son los que la gente quiere escuchar. En cambio pocos conocen “Poema valseado”, de la operita –ópera/tango- “María de Buenos Aires” o “Café 1930”, con violín más piano. Es una combinación de obras conocidas con otras poco conocidas, desde los años ‘50 en adelante.
Roberto Bravo Quinteto: «Bravo Piazzolla»
Domingo 5 de septiembre (últimas entradas) – 19:00 Hrs.
Evento presencial – Acceso solo con pase de movilidad habilitado
Entradas disponibles en Ticketek.cl y Boletería del Teatro (Descuento para socios Comunidad de las Artes)