Una pena tu partida, Ricardo Larraín.
No me olvido cuando me dijiste en los años de dictadura, refiriéndote a tu generación, que habían nacido al Cine como los yuyos que surgen a las orillas del camino, solos, sin referentes y así se sentían. Había un poco de rabia y también una crítica para la generación precedente que se había ido al exilio. Años después fuiste protagonista de ese reencuentro en Viña del Mar, en ese nuestro Festival fundante del movimiento del Nuevo Cine Latinoamericano, curiosamente abandonado hoy por las generaciones que vinieron después.
Pocos años después nos golpeaste con esa hermosa obra cinematográfica, La Frontera, que nos sobrecogió de emoción y luego de orgullo por los varios premios internacionales como el Oso de Plata del Festival Internacional de Cine de Berlín y el premio Goya a la mejor película extranjera de habla hispana.
Fuiste múltiple junto a tu noble oficio, supiste ser empresario, publicista, hombre de la TV como ejecutivo y realizador de miniseries históricas, dirigente gremial, profesor.
Estabas silenciosamente luchando hace ya muchos años contra el maldito cáncer; creí que le estabas ganando, sabemos que se puede.
Pero hoy la noticia de tu muerte nos golpea desprevenidos y duele, eras muy joven, apenas 58 años, estarás ya con otros que se fueron antes, como tu director de Artes, el talentoso Juan Carlos Castillo, y el otro compañero de la Escuela de Artes de la Comunicación, como Jaime Rippes y Carlos Besa que se te adelantaron.
Naciste al Cine como un yuyo en el camino, pero tu muerte temprana y tu familia será muy acompañada por todos los amigos que dejaste, por tus pares con los que luchaste y a tantos otros que formaste.
Sergio Trabucco Ponce
Fotografía (de izquierda a derecha): Ignacio Aguero, Ricardo Larrain, Jaime Rippes, Eugenio Medina, Roberto Roth, Cristián Lorca, Gerardo Cáceres y Carlos Besa, generación egresada de la Escuela de Artes de la Comunicación de la Pontificia Universidad Católica de Chile en 1979.