Con la presentación de “Sol de Harapos en el Teatro NESCAFÉ de las Artes, El Circo del Mundo – Chile dará inicio a la celebración de sus 20 años de existencia. “Es un tremendo hito para nosotros, un tremendo logro”, asegura Alejandra Jiménez, directora de la organización no gubernamental dedicada a enseñar, cultivar, promover y profesionalizar el circo contemporáneo.

Sobre sus inicios, Jiménez explica: “Partimos como un proyecto muy pequeñito, al alero de la corporación El Canelo de Nos en el año 1995, con la colaboración del Cirque du Soleil. En el año 2000, nos independizamos y nos convertimos en una ONG”.

Desde el primer momento El Circo del Mundo tuvo una misión muy clara: por una parte, “poner el circo al servicio del país como un arte escénico, promoverlo, desarrollarlo, vincularlo con otras artes, generar acceso, etc.”, y por la otra, “promover el arte como una herramienta de transformación social”. 

A lo largo de dos décadas se han enfrentado a diversos desafíos, tanto en el área artística, como en la social. “En un país como Chile, donde cuesta tanto a veces desarrollar las ideas y hacer los sueños, sobre todo en los ámbitos del arte, realmente estamos súper orgullosos de haber podido superar varias crisis, de haber podido levantarnos de varios momentos súper difíciles y poder celebrar estos 20 años con seis generaciones de artistas egresados, con una inserción importante en las políticas públicas culturales, donde hemos puesto el circo en valor y reconocido como un arte escénico, y donde hemos llegado prácticamente a todo Chile con diversos espectáculos y con talleres”, asegura su directora.

Parte del trabajo realizado ha tenido repercusión también en la formación de audiencias. Al respecto, Jiménez recuerda: “Las primeras veces que nosotros hicimos funciones la gente se iba porque no teníamos animales, entonces costó mucho que la gente entendiera que el circo contemporáneo no tenía nada que ver con el circo tradicional y que era un arte escénico. Hoy en día tenemos un tremendo público que nos sigue para todas partes”.

Sol de Harapos

Sobre la obra que presentarán en nuestra sala entre el jueves 22 y el domingo 25 de enero, l la directora de la ONG apuntó: “Es un espectáculo muy bonito porque da cuenta de una historia de un grupo de gente que vive en la calle y que sueña con un circo. A partir de eso comienza la historia y se van entremezclando las diversas técnicas circenses».

Martín Erazo, director de la compañía Patogallina, ofició de director artístico de este espectáculo, logrando imprimirle elementos visuales especialmente atractivos. «Lo lindo del montaje también es que tiene el sello de Martín en términos que hay teatro de sombra y pequeños detalles muy estéticos que son muy propios de él y de su trabajo como director artístico; entonces es un espectáculo que, además de la técnica que tiene muy buen nivel, estéticamente es muy bello”, concluyó Jiménez.

El Circo del Mundo: “Sol de harapos”

Del 22 al 25 de enero

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