José Ramón Flórez: «En ‘La kalabaza de Pippa’ el público es parte de la obra»

Tras conseguir un éxito arrollador en España y México, el musical infantil «La kalabaza de Pippa» llegará a Chile para presentarse en nuestra sala entre el 24 y el 27 de julio. Su creador, el compositor y productor español José Ramón Flórez, nos contó detalles acerca de este exitoso montaje, el que califica como ideal para toda la familia.

«El único peligro que corren al venir a vernos es el de la adicción a la obra», dice Flórez en conversación telefónica desde México, país en el que reside actualmente y donde ya se han realizado más de 100 funciones de «La kalabaza de Pippa», su primer montaje teatral. «Me divierto como un niño en cada función», asegura.

– ¿Cómo surgió la idea de crear «La Kalabaza de Pippa»?

Pensando en qué podría hacer para que niños de unos cinco o seis años se divirtieran y aguantaran sentados en un teatro por lo menos una hora.

– Leímos que todo partió a través de un cuento…

Sí, primero fue un cuento y luego que lo tuve empecé a componer las canciones. Después que las tuve listas empecé con todo el diseño de los personajes. El boceto era un libro ilustrado para un cuento, pero a medida que fui avanzando fui descubriendo las posibilidades y lo divertido que era hacerlo y llegó un momento que tenía canciones, personajes, vestuario y música.

– En el musical, además de Pippa, están el Hada Asmara, el Kapitán Makao, los Curcubitantes… ¿Cómo nacieron estos personajes?

Está todo ligado a las canciones y al cuento de una niña a la que no le gusta comer; planta una semilla de calabaza, entra en ella y se encuentra con todo un mundo allí adentro. Ahí empieza toda la labor de composición de canciones y se me ocurrió que en una de ellas podría haber unos caracoles que se dedican a escalar edificios. Después aparece un cocodrilo bebé que es rapero y que no quiere dormir nunca, sólo quiere jugar. Así van apareciendo todos los personajes, pero lo que tenía que solucionar todavía era qué hacía con la niña cuando entraba en el mundo de la calabaza y ¿sabes con quien se encuentra?, con un personaje muy estrafalario y llamativo: el Kapitán Makao. Nadie sabe de qué es capitán, es un poquito mentiroso, pero tremendamente protector de Pippa. Después aparece un hada que se llama Asamara, que es un poquito atolondrada y que tiene la posibilidad de conseguir cosas a través de las semillitas que tiene dentro de su anillo de los deseos. Así, poquito a poco, van apareciendo los personajes: hay un pato llamado Pocopiko y también está Alí Baba que es el único personaje que puede junto con Pippa cambiar de mundos. Es un juego maravilloso.

– Cuéntenos un poco acerca de quienes participan en el montaje.

La compañía que viajará a Chile es la que tenemos en México y está compuesta por tres actores: el español Óscar Piñeiro (El Kapitán Makao), la colombiana Gabriela Zas (Hada Asmara) y la mexicana Paulina Orduño (Pippa). También tenemos bailarines que además son acróbatas y que bailan sobre el escenario y se cambian de vestuario para interpretar a otros personajes.

– ¿Qué rol cumple el público en las funciones de «La kalabaza de Pippa?

El público es fundamental, son en todo momento cómplices de la historia y los personajes y en todo momento están interactuando con los actores. Hay una serie de canciones y momentos clave en la historia en los que participan más, pero digamos que es un espectáculo para toda la familia. Llevamos cinco años haciendo este montaje y ésta sería la cuarta versión de «La kalabaza de Pippa». Lo más importante de todo, aparte de las canciones, los actores, la música y la iluminación, es la posibilidad del público de ser parte de la obra.

– «La kalabaza de Pippa» ha sido muy bien recibida en España y México, donde se han realizado más de 400 funciones. ¿A qué cree que se deba este éxito?

Pienso que es porque es diferente y no tiene nada que ver con los dibujos animados para niños que dan por la televisión. Por otro lado, la música es como un conjunto de pequeños cuentos que narran la historia, los personajes son muy estrafalarios, la historia es muy sencilla de asimilar y sobre todo está eso de que los papás puedan también participar del montaje sin aburrirse. Creo que esos son algunos de los secretos de por qué llevamos tanto tiempo.

– En Chile, el 34% de los niños menores de 6 años tiene obesidad o sobrepeso y justamente en «La Kalabaza de Pippa» se tocan temas como la buena alimentación y la actividad física. ¿El montaje tiene como objetivo, además de entretener, entregar mensajes acerca del cuidado de la salud?

¡Claro! ese es un problema tremendo que no sólo afecta a Chile, está en todas partes y de hecho México se ha convertido en el país con mayor índice de obesidad infantil. Estamos convirtiendo a los niños en futuros enfermos. En el caso de «La Kalabaza de Pippa» tocamos este tema, pero siempre con muchísimo respeto. No pretendemos hacer una obra didáctica ni educativa, sino simplemente entretenida. Claro, preocupados por esta problemática y otras como el respeto por el medioambiente y el cuidado de los animales. Son temas que van apareciendo como pildoritas a lo largo de la obra y los niños son muy receptivos porque en el tiempo que llevamos con el montaje, los papás nos envían mails o nos hablan por teléfono y nos cuentan que su hijo ¡por primera vez ha probado brócoli! Algo quizás no muy apetitoso, pero como les hacemos prometer que comerán más frutas y verduras, pues ellos lo hacen creyéndose un poquito los personajes que ven en la obra… es nuestro pequeño granito de arena.

– En marzo de este año usted hizo una crítica hacia el teatro infantil calificándolo como «muy pobre» en una entrevista. ¿Por qué cree que no hay riesgo en crear obras atractivas y diferentes que le den la pelea a las nuevas tecnologías?

Es muy complicado. La situación por la que atraviesa el teatro infantil es dramática y muy mediocre. Por una parte están todos los montajes que son como las máquinas tragamonedas que hay en Las Vegas en los que ven que poniendo a un personaje como productor de una serie de televisión para niños automáticamente van a tener público y abusan un poco de eso. «La Cenicienta» o «Blancanieves» son maravillosas, pero el problema está en que los tiempos han cambiado y su aporte cultural está muy bien, pero al igual que se escribe teatro para adultos con temáticas actuales, por qué no hacer lo mismo con los niños. Desgraciadamente hay una parte importante de la producción teatral que cree que los niños no piensan, que basta con ponerles lo que sea por delante y eso les va a gustar. Eso es un error tremendo porque el niño es quizás más crítico y absolutamente sincero en sus juicios y si algo le gusta se queda y si no, se aburre y pide irse. Nosotros no pretendemos cambiar la situación, simplemente queremos que este primer acercamiento de los niños al teatro sea gratificante y que quieran volver.

– ¿Cómo ha sido su experiencia en el teatro infantil, luego de haber trabajado durante años en la producción discográfica de connotados artísticas como Yuri, Sergio Dalma, Lucero, Mijares y Pandora?

Ésta es mi primera experiencia directa con el mundo del teatro, pues antes había trabajado como colaborador, supervisor y compositor; también hice música infantil. Me divierto como un niño en cada función y me lo tomo como un juego. Luego de llevar vistas tantas funciones, ¡casi 500!, te puedo asegurar que no me aburro todavía y de hecho ¡no me sé la obra! Debe ser que tengo muy mala memoria y me olvido de lo que ha pasado en las funciones anteriores. La experiencia es maravillosa: ver cómo los niños se identifican con los personajes o cuando le piden a los papás que quieren tener un traje igual al de Pippa o el hada Asmara es genial.

«La kalabaza de Pippa»

Funciones del 23 al 27 de julio, a las 16:00 horas.
Entradas a la venta venta en Ticketek y en boleterías del Teatro, con precios especiales para niños de hasta 10 años.

Más información aquí.

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