Este sábado 22 de marzo, el destacado guitarrista chileno Andrés Hernández «Pituquete» y la aplaudida cantaora Encarna Anillo presentarán en nuestra sala «El vuelo del cante», un espectáculo en el que confluyen la pasión del flamenco y la riqueza del folclor sudamericano.
También será una noche para recordar a grandes representantes de la cultura latinoamericana, como Violeta Parra, Pablo Neruda y Atahualpa Yupanqui, e incluirá un sentido homenaje al recientemente fallecido guitarrista español Paco de Lucía, con quien Encarna Anillo colaboró en el disco «Himno de Andalucía».
«Estuve en la bulería cantada por Capullo de Jerez y Fernando de La Morena donde tocaba Paco. Fue una experiencia muy bonita porque no me esperaba esa invitación para grabar con él. Fue algo caído del cielo», comenta la cantaora, quien junto a «Pituquete» conversaron con nosotros días antes de su presentación en el Teatro.
-Encarna, ¿cómo fue tu experiencia cantando junto a Paco de Lucía?
Fue muy bonito, porque tuve la suerte de vivir una experiencia diferente, trabajando con él en la intimidad. En el estudio sólo estaba Isidro Muñoz, Paco de Lucía, el técnico de sonido y nosotros (La Tana, su hermano José Anillo y ella).
Paco era un hombre muy atento y cariñoso; y como un grande, era capaz de relajarte. No había egos de por medio, por lo que el trabajo fue bastante bonito.
-El flamenco en Chile tiene muy buena aceptación. ¿Qué ingredientes lo hacen tan atractivo?
Encarna: En Chile tienen mucho flamenco y de muy buena calidad. Es impresionante. La primera vez que vine (año 2010) me quedé.. ¿cómo se dice aquí?… «pa’ dentro». No podía creer que estuviéramos tan lejos y hubiera tan buen flamenco. Se baila y canta muy bien, y hay muy buenos guitarristas.
Pituquete: Acá, además, se da un fenómeno. Los chilenos somos más «para dentro» y el flamenco lo saca todo. Por eso creo que también cautiva. Porque la gente se identifica con alguien que exterioriza sus emociones. Allí está el atractivo.
-En «El vuelo del cante», el flamenco compartirá escenario con la música latinoamericana. ¿Cómo surgió la idea de esta fusión?
Pituquete: Tenemos una amiga chilena que vive en España hace como 20 años y está casada con un sevillano. Cuando nos juntamos a compartir, hacemos lo típico: sacamos la guitarra y naturalmente se pasa de Violeta Parra a las bulerías, de Víctor Jara a las alegrías, etc. Le dije a Encarna que por qué no creábamos un espectáculo parecido a eso. Así de natural surgió.
Encarna: Cuando canto a Atahualpa, Violeta, Víctor, algo pasa dentro de mí. Es una especie de reconocimiento de saber qué pasa con estas canciones. Es como si mi alma vibrara al igual que lo hace con el flamenco.
Este espectáculo no es una fusión entre ambas cosas. Simplemente, y con todo el respeto, es hacer algo que ya fue creado y llevarlo a la voz de una flamenca gitana andaluza con el toque de un chileno que toca guitarra flamenca.
-¿Incorporar en el repertorio a Violeta Parra, Víctor Jara y Atahualpa Yupanqui fue tan natural como la creación de este espectáculo?
Pituquete: Fue por gusto. Dijimos «esto es muy bonito, tenemos que cantarlo».
Encarna: El folclor es lo que más nos mueve. Tenemos tantas obras, tanto legado, que ambos nos sentimos identificados; y no fue difícil elegir el repertorio.
Pituquete: Al final lo complicado, al hacer el programa, es elegir qué quitamos porque queremos cantarlas todas.
-¿Qué podremos ver el próximo 22 de marzo en «El vuelo del cante»?
Encarna: A diferencia de 2011 (la última vez que se presentaron en Santiago), esta vez se tocará mucho más según las dos tradiciones. Tendrá un formato de recital, de cante y guitarra más que de coreografía. Estará con nosotros una bailaora malagueña (Carmen González) y bailará con su bata de cola y su manto de manila representando lo que es el baile andaluz.
-¿Quién más los acompañará sobre el escenario?
Encarna: Marcelo Montero y Felipe Candia en la percusión y palmas, Francisco Delgado (bailaor) y Luciano Taulis (viola da gamba).
-Como artistas jóvenes ¿de qué manera ven la escena actual del flamenco en España?
Encarna: La movida actual no está definida. El flamenco en España ha perdido un poco su camino, que destaca por ser en esencia muy tradicional, del pueblo y las raíces, y siempre ha tenido bien claro lo que tiene que contar.
Ahora se mira más la parte comercial y la popularidad de ser un gran artista flamenco. Desde que el baile fue nombrado como Patrimonio de la Humanidad -lo cual es muy bueno y lo agradezco – se hizo muy famoso en el mundo entero y también se volvió una moda. Entonces, da pena y un poco de angustia porque se está perdiendo el mensaje que el flamenco tiene que dar y que tiene que ver con la sencillez y no con el montaje de un gran espectáculo lleno de adornos.
Hoy es muy difícil hacer lo que hacían Camarón o Paco de Lucía; subirse a un escenario y quedarse solos ante 10 mil personas. Eso es lo más complicado, pero a la vez es la gran riqueza que nos ha aportado el flamenco. Hoy, las nuevas generaciones tienen mucho miedo de hacer eso y es una pena.
-¿Y es precisamente la sencillez la que destaca en «El vuelo del cante»?
Encarna: Totalmente. En «El vuelo del cante» no se necesita de tanta escenografía para enviar un mensaje. Canto una canción del folclor y la canto sólo con mi voz y la guitarra, y no hay nada más porque no se necesita nada más. Lo mismo pasa con el flamenco.
-¿Por qué el público tiene que ver «El vuelo del cante»?
Encarna: Debieran venir a ver el espectáculo porque se les va a alegrar el alma y se van a ir con el corazón lleno. Aquí no habla ni el ego ni la vanidad, sino que la necesidad, como público, de sentir cómo un artista se entrega en cuerpo y alma.
«El vuelo del cante»
Sábado 22 de marzo a las 21:00 horas
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