El arte circense se funde con el teatro en ‘Sol de Harapos’, el montaje escogido por El Circo del Mundo para dar inicio a las celebraciones de sus 20 años de existencia y con el cual llegarán a nuestra sala del 22 al 25 de enero.

«La gente que vive en la calle vive distintas emociones, también sueña y ríe, y nosotros quisimos mostrar esa parte», explica el creador de ‘Sol de Harapos’.

Cinco artistas desplegarán todo su talento a través de un espectáculo lleno de color, acrobacias, simpleza y poesía, elementos que se verán reflejados en la historia de un grupo de mendigos y su tránsito por un mundo onírico.

“‘Sol de Harapos’ no muestra un mundo oscuro, sino una realidad que posee carácter mágico, un lugar luminoso”, dice Martín Erazo, actor y director del colectivo La Patogallina (‘El húsar de la muerte’, ‘1907 el año de la flor negra’, ‘Extranjero’) y director artístico del montaje interpretado por El Circo del Mundo.

Acerca de cómo surgió la idea de crear esta historia, Erazo cuenta: “fue un trabajo de inspiración colectiva que hicimos con el grupo de El Circo del Mundo. Nos metimos en el universo de la gente que vive en la calle y por ahí empezamos a buscar los personajes”.

“La gente que vive en la calle vive distintas emociones, también sueña y ríe, y nosotros quisimos mostrar un poco esa parte y no lo que siempre se muestra, esa especie de fantasma. Quisimos quitarle todo el aspecto negativo y el prejuicio que existe”, enfatiza.

– Conversamos con Alejandra Jiménez, directora de El Circo del Mundo, quien nos dijo que una de las cosas bellas de ‘Sol de Harapos’ es que tiene tu sello en el aspecto estético y visual. ¿Qué crees tú que es lo que identifica a ésta y tus demás creaciones?

Bueno, creo que por un lado lo vertiginoso del trabajo, un trabajo con un ritmo rápido y original, con escenas no tan largas. También exijo mucho a los actores, en este caso a los intérpretes de las disciplinas del circo, exijo mucha versatilidad, entonces se trata de una dinámica bien fuerte en cada ensayo. Por otro lado está el trabajo con las imágenes oníricas mezcladas con el humor, la importancia de la música… esos son los elementos que reconozco como propios en el espectáculo.

– ¿Qué significó para ti trabajar con El Circo del Mundo?

Es primera vez que trabajo con una generación de El Circo del Mundo y fue muy bueno, es un grupo bien afiatado, de mucho empuje, buenas ideas y buen desarrollo técnico. Fue una grata experiencia.

Con respecto a la fusión entre teatro y circo, Martín dice que pese a la complejidad que conlleva realizar cualquier espectáculo, en este caso “no fue tan difícil”. En ese sentido reconoce que el camino recorrido junto a La Patogallina también tiene mucho de esta atractiva mezcla. “Aunque no hacemos circo, la relación con él ha sido bastante cercana y por eso no fue complejo buscar el nexo. De alguna manera tenía un pie dentro”, dice.

Justamente de esa estrecha relación con el arte circense y específicamente con el mundo del circo contemporáneo es que su opinión con respecto a la profesionalización de esta disciplina en Chile es muy importante. “Creo que El Circo del Mundo es un pilar dentro de esto. Nosotros que vamos a bastantes festivales estamos acostumbrados a ver espectáculos extranjeros de alta calidad y creo que en Chile hay todo un mundo por desarrollar, aquí hay mucho talento y sería un desperdicio que no se siguiera estructurando el circo contemporáneo”.

– ‘Sol de Harapos’ se presentará en el Teatro NESCAFÉ de las Artes esta semana, ¿qué te parece nuestra sala para presentar espectáculos como éste?

Me parece que es un excelente escenario, por su ubicación, sus condiciones técnicas y su historia. Me parece muy bien que se hayan abierto las puertas del Teatro NESCAFÉ de las Artes para el circo contemporáneo nacional. No me queda más que apoyar todos los espacios de difusión de artes escénicas y en eso creo que el Teatro es uno de los pilares en este medio.

El Circo del Mundo: “Sol de harapos”

Del 22 al 25 de enero

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